He leído en el blog de Fraguas una aportación sobre la pena de muerte y el catecismo de la iglesia católica cuyo artículo 2266 dice así:
2266 La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar perjuicio. Por este motivo la enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte. Por motivos análogos quienes poseen la autoridad tienen el derecho de rechazar por medio de las armas a los agresores de la sociedad que tienen a su cargo.
Para que luego digan que los estados matan (practican la pena de muerte) y no se condena tales agresiones. Ni el mismo Vaticano lo condena, sino que las apoya en algunos casos.
¡Qué vergüenza! ¿Dónde está el perdón del que hablan los católicos?
2266 La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar perjuicio. Por este motivo la enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte. Por motivos análogos quienes poseen la autoridad tienen el derecho de rechazar por medio de las armas a los agresores de la sociedad que tienen a su cargo.
Para que luego digan que los estados matan (practican la pena de muerte) y no se condena tales agresiones. Ni el mismo Vaticano lo condena, sino que las apoya en algunos casos.
¡Qué vergüenza! ¿Dónde está el perdón del que hablan los católicos?
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