martes, 29 de enero de 2013

- ESPERANZA AGUIRRE Y LA II REPÚBLICA.

La talentosa y cazatalentos Esperanza Aguirre ha escrito que la II República fue un auténtico desastre para España y para los españoles. Y le preocupa y entristece el entusiasmo con que se exhibe la bandera republicana, que a su juicio simboliza uno de los periodos más nefastos de la Historia.

Es periodística y políticamente obligatorio recordarle a Aguirre, de modo neutral, el índice de importantísimos avances instaurados durante esa etapa de nuestra historia:

1. La promulgación y puesta en vigor de la primera Constitución democrática en España.

2. La asunción del poder de un Gobierno provisional de primer orden.

3. El sensible aumento del número de escuelas y de maestros y, nótese, maestras.

4. Una reforma agraria lógica y no arbitraria ni demagógica.

5. Luchar por la elevación del nivel cultural de los españoles.

6. Separación absoluta entre el Estado y la Iglesia.

7. Ley de divorcio por primera vez en España.

8. La creación del Cuerpo de la Guardia de Asalto (más tarde Policía Armada) con intención no represiva, como era la Guardia Civil, sino defensiva.

9. Reducción del personal del Ejército sin provocar traumas personales.

10. Plan de Obras Públicas, que posteriormente se apropió el franquismo, como por ejemplo el trasvase Tajo-Segura, Plan de pantanos en las Confederaciones Hidrográficas del Duero y Ebro, la carretera de alta ingeniería de Granada a Sierra Nevada.

11. Establecimiento por primera vez en España del Impuesto de Declaración de la Renta.

12. Intentar la vertebración de España a través de la aprobación de Estatutos de Autonomía (el catalán en su totalidad y puesto en práctica, el vasco ya durante la guerra civil, y el gallego, que no dejó de ser un proyecto a realizarse).

Todo un alarde y muestrario de justicia y modernización de España, alejándose de monarquías absolutas, golpes militares, y retraso secular. Negar esto es caer en la ruindad.

Desgraciadamente varias causas entorpecieron y bombardearon la buena marcha del nuevo sistema político: 1. Las graves y egoístas disensiones entre los partidos políticos, todos, la CEDA de Gil Robles, las desavenencias entre las varias tendencias del PSOE, el Partido Comunista y su pretensión de establecer la dictadura del proletariado, Anarquistas al completo, y los demás partidos claramente minoritarios como Falange o los Tradicionalistas. 2. La rotunda y decisiva oposición y contraactividad de la Iglesia Católica. 3. El Gran Capital y su implacable presión económica. 4. La incultura absoluta de una mayoría importante de los españoles. 5. El ambiente totalitario que existía en Europa. Naturalmente todo esto llevó a la desestabilización y preparación del golpe militar.

No existe, en mi criterio, un ansia republicana mayoritaria en la sociedad española, y los intentos bienintencionados en tal sentido son más románticos que prácticos y explicativos de las ventajas políticas de un regreso republicano. Las posibilidades de retorno de la República en la actualidad se reparten, en mi opinión, al 50% con la pervivencia de la Monarquía, pero crecerán notablemente con el transcurso del tiempo, no sé si mucho. La Familia Real no está a la altura exigible de las circunstancias; su conducta debe ser nítida y ejemplar, cosa que no está ocurriendo. Hasta en la sucesión de las mujeres al trono el Rey no está poniendo el empeño necesario para impulsarla, y si no cuida su imagen, inevitablemente llegará la República.

Nunca nada es inocente. Ni siquiera Esperanza Aguirre. Siempre todo es espurio e interesado en mayor o menor medida. Como Esperanza Aguirre también. La II República pecó y la hicieron pecar. Y es que la triste historia de España resulta extraordinariamente difícil de encarrilar. Sobre todo con personajes como Aguirre. Pero es el único intento de que la vida sea una bella probabilidad.

Arturo González. Publico.es

domingo, 27 de enero de 2013

- ESPAÑA CAMPEONA MUNDIAL DE BALONMANO.

ESPAÑA, 35 - DINAMARCA, 19

España: Sterbik (p); Rocas (-), Maqueda (5), Aguinagalde (5), Cañellas (7, 1p), García (2), Rivera (6) -equipo inicial-, Entrerríos (3), Tomás (1), Sarmiento (1), Montoro (2), Morros (1), Ruesga (-), Ariño (-), Guardiola (2) y Sierra (ps).

Dinamarca: Landin (p); Eggert (3, 2p), Lindberg (1), René Toft (-), Mollgaard (4), Hansen (2), Nielsen (-) -equipo inicial-, Sondergaard (4), Mortersen (-), Markussen (2), Lauge (1), Noddesbo (1), Svan (-), Henrik Totf (1) y Green (ps)

Parciales cada cinco minutos: 3-1, 6-4, 8-5, 9-8, 14-9, 18-10 (descanso), 22-11, 26-12, 29-12, 30-15, 34-16, 35-19 (final).

Árbitros: Nenad Krstic y Peter Ljubic (Eslovenia). Excluyeron a Maqueda, García y Ariño por España y a Mollgaard y Sondergaard por Dinamarca.

14.000 espectadores en el Palau Sant Jordi.

España ha arrollado a Dinamarca, campeona mundial, por un contundente35-19.

El moguereño, Sierra, portero suplente, ha jugado los últimos 5 minutos del partido haciendo buenas paradas.

- LOS EVIDENTES MECANISMOS DE LA CORRUPCIÓN.

Lo que hay que destruir son los mecanismos que engrasaron la corrupción política. No a la clase política en su conjunto.

La visión clara de las cosas, decía Albert Camus, saber por qué se han producido, excluye la desesperanza y el odio. El premio Nobel, ensayista y periodista francés lo aplicaba a la guerra, pero hoy el artículo en el que expresó ese razonamiento debería ser de lectura obligatoria para ciudadanos, políticos y periodistas incluidos, de este país.

Sobre todo porque puede ayudar a que evitemos escenarios parecidos a los que se produjeron en Italia en los años noventa y que terminaron con la irrupción de un personaje como Silvio Berlusconi en la presidencia del Consejo de Ministros.

En España sabemos lo que ha pasado. No es cierto que estemos secuestrados por la corrupción, como algunos proclaman. Es cierto que llegó muy arriba y que afectó a mucha gente. Mejor dicho, es cierto que existe un grado intolerable de corrupción entre las élites que dirigen este país, no solo en el mundo de la política sino también el mundo financiero, o incluso, en los medios de comunicación. Eso es indiscutible.

Pero sabemos cuál fue el mecanismo que engrasó toda esta red, un mecanismo concreto y aislable, que parte de la complicidad entre la especulación inmobiliaria y las necesidades, primero, de los partidos para financiarse y, después, del ansia de enriquecimiento desmedido de muchas de esas minorías dirigentes. Fue ese mecanismo el que casi destruyó los controles democráticos. Son esos mecanismos los que hay que destruir, no a la clase política en su conjunto.

Es cierto que las élites de los partidos políticos, en cuyas filas hay infinidad de personas honradas, reaccionaron con la peor de las medidas posibles cuando aparecieron las primeras llagas: el recurso a la unidad y los llamamientos a la cohesión interna y la defensa de los líderes. Los medios de comunicación tampoco supimos mantener la tensión exigible en una sociedad sana en defensa del funcionamiento democrático de las instituciones, dispuestos, bien al contrario, a rivalizar en el simple escándalo para aumentar audiencias o lectores. Unos no supieron mantener la tensión y otros, peor aún, se pusieron al servicio de intereses oscuros.

Lo peor ahora sería olvidar los mecanismos que llevaron a la corrupción de buena parte de esas élites. O creer a quienes nos dicen que todo el mundo quedó enredado en esos engranajes. No es cierto. Aunque solo fuera porque no todos tenían acceso a esos mecanismos. Pero también porque no todos los partidos se aprovecharon de ellos, ni todos los políticos, ni todos los medios de comunicación.

Hay que identificar, antes que nada, los casos de corrupción vinculados a las minorías dirigentes de los partidos con responsabilidades de gobierno. De todos ellos, pero muy especialmente de quienes dirigen ahora el país, porque para eso son las responsables de las políticas que se llevan a cabo, porque para eso son ellos los responsables, en este momento, de acabar de una vez con esos mecanismos.

Tenemos que remover nuestra apatía, esa apatía organizada y desalentadora de la que hablaba Camus. Hace falta ser obstinados en el rechazo. Rechazo de los ministros que acuden al Parlamento y que creen que pueden insultar y atacar a quienes les critican; rechazo obstinado a quienes en la oposición no plantean las cuestiones reales que nos afectan. No aceptación, no admisión, resistencia ante quienes, desde la política o desde los medios de comunicación, quieran hacernos creer que hay cosas más importantes que lo que nos sucede a los ciudadanos, cosas más importantes que los seis millones de parados, que el control democrático de las instituciones. Y los primeros que tenemos que ser obstinados somos los periodistas que, como pedía Camus, no debemos incitar al odio o la desesperanza, y que, como las élites políticas, también hemos perdido el sentido de nuestro trabajo y debemos luchar por recuperar crédito. Los políticos deben extirpar los mecanismos de corrupción. Y los periodistas, los mecanismos del sensacionalismo, la creencia de que, en momentos como este, es lícito apelar a las emociones.

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ

domingo, 13 de enero de 2013

- LA RELIGIÓN FUERA DE LA ESCUELA.

"¡Religión fuera de la escuela!"

Más de 50 organizaciones inician una campaña contra la reforma educativa del ministro Wert y su "modelo confesional en las aulas"

La campaña, impulsada por Europa Laica, reclama que la religión salga del horario lectivo y denuncia el retroceso histórico que supone el anteproyecto de ley presentado por el Gobierno. Aseguran que el PP pretende hacer un traje a medida a la Iglesia católica que le garantice en las aulas la influencia que está perdiendo a marchas forzadas entre la sociedad.

  • Tres son los aspectos incluidos en el borrador de la LOMCE (la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) que preocupan especialmente a Europa Laica. Por un lado, las concesiones crecientes a la escuela concertada, mayoritariamente en manos de confesiones religiosas, con el aumento de la duración mínima de los conciertos. En segundo lugar, la financiación con fondos públicos de aquellos colegios que separan a niños y niñas en las aulas. Y en tercer lugar, la supresión de Educación para la Ciudadanía mientras se recupera una alternativa a la asignatura de Religión, tal y como reclamaba la Conferencia Episcopal.

Según el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, todas esas medidas combinadas constituyen una regresión histórica y amenazan seriamente el principio de laicidad y neutralidad religiosa que debe presidir la educación pública. "Pedimos que la religión salga del horario lectivo en la escuela pública. De hecho, esta reforma no es más que un traje a la medida que el Gobierno le hace a los obispos para que puedan mantener un poder en las aulas que van perdiendo de manera inexorable. De hecho, cada vez menos niños optan por la religión en el colegio y después del trámite de la Primera Comunión, el declive es imparable, hasta el extremo de que en Bachillerato en los centro públicos ya sólo uno de cada cuatro alumnos opta por esta asignatura", explica Delgado.

Por todo ello, Europa Laica, apoyada por más de medio centenar de colectivos sociales, sindicatos, organizaciones de cristianos de base y asociaciones cívicas y educativas, han puesto en marcha una campaña basada en cinco puntos:

1- Derogación de los acuerdos con la Santa Sede.

2- Que la religión salga de la escuela y deje de formar parte del currículo y del horario lectivo.

3- Que ninguna simbología religiosa tenga presencia institucional en los centros escolares.

4-Que no se financie con dinero público el adoctrinamiento religioso en ningún centro escolar.

5- Que en el ámbito escolar se impida cualquier tipo de segregración por razones ideológicas, sociales o de sexo.

Los impulsores de la campaña han promovido también una recogida de firmas online. Adhesiones que trasladarán posteriormente tanto al Ministerio de Educación como al Congreso de los Diputados y al Consejo Escolar del Estado.

- LA SOMBRA DE CASAS VIEJAS.

Una España negra en un mundo de esperanza. En estos días, acaban de cumplirse ochenta años de la matanza de Casas Viejas, cuando el terrorismo de Estado tomó carta de naturaleza en una diminuta aldea andaluza entre los días 10 y 12 de 1933: cuerpos en llamas e ideas ejecutadas, en un tiempo de sueños y pesadillas. Ocho décadas más tarde, este país parece volver a las tinieblas pero sin horizontes claros ni una hoja de ruta con que alcanzar la utopía.

Todo empezó, entonces, por una huelga general que había sido parcialmente desconvocada en un momento en que las noticias no circulaban rápidamente. La historia nos habla de un puñado de anarquistas que probablemente no llegaran a enterarse de que la movilización general convocada en todo el Estado había quedado en suspenso y tomaron, por su cuenta y riesgo, el cuartel de la Guardia Civil matando a dos números con nombres y apellidos. Sin embargo, lo peor vino luego, cuando una compañía de guardias de asalto al mando del capitán Manuel Rojas, que tres años después se vería envuelto en el asesinato de Federico García Lorca, entró a saco en las chozas campesinas bajo una supuesta consigna de la que no hay mayor constancia oficial que la de los hechos: “Ni presos ni heridos, tiros a la barriga”.

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jueves, 10 de enero de 2013

- ¿PACTO POR ANDALUCÍA?

GRIÑÁN SE PONE ECUMÉNICO.

El presidente andaluz Pepe Griñán ha comenzado el año poniéndose estupendo. O para ser más precisos, poniéndose ecuménico, que es una de las muchas maneras que existen en política de ponerse estupendo. Tras el primer Consejo de Gobierno de 2013, el presidente anunció con solemnidad su intención de alcanzar un gran pacto por Andalucía del que sean partícipes todas las grandes fuerzas políticas, económicas y sociales de la comunidad. No dio Griñán muchas pistas de por dónde irán los dulces tiros de tan bella hermandad, pero sí puntualizó, por ejemplo, que el pacto debería incluir aspectos relativos a “cómo organizar la sanidad y la educación” o cómo conseguir que “el poder financiero aporte recursos al sistema económico, ya que se ha llevado recursos públicos”. Descartando que hubiera bebido antes de comparecer ante los medios, cuesta adivinar cuáles son exactamente las cuentas que se ha hecho el presidente para suponer que tal cosa es posible en Andalucía. O como diría el propio himno de Andalucía, que tal cosa es posible en “Andalucía, España y la Humanidad”.

El lunes próximo Griñán se reúne con el presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, para iniciar la ronda de contactos políticos. Bueno, para iniciar y para terminar, puesto que los contactos políticos empiezan y acaban en el PP dado que Izquierda Unida ya está virtualmente en ese gran pacto, pues para eso gobierna en coalición con los socialistas. El portavoz parlamentario del PP, Carlos Rojas, ya ha dado alguna indicación sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo: su partido lo intentará, ha dicho Rojas, pero no será fácil llegar a acuerdos con “el bipartido radical” que gobierna en Andalucía. Empezamos bien. Es como si Griñán hubiera dicho que haría lo posible integrar en el pacto “a los fachorros del PP”, a los cuales, podría haber añadido por otra parte, les tiene un gran respeto.

Pero, aun sin dudar de la buena voluntad de las partes, el liderazgo de Zoido está demasiado poco asentado dentro del PP como para disponer de margen nada menos que para sellar un acuerdo del calado político y el alcance estratégico del propuesto por Griñán. Es dudoso que Zoido quiera ese pacto, pero es que aunque lo quisiera el líder regional del PP no manda lo suficiente en el partido como para imponerlo a sus compañeros, muchos de los cuales no lo quieren (el pacto, no a Zoido, aunque también). Y, como Griñán no puede dejar de saber, un gran pacto por Andalucía donde no esté el PP ni puede ser pacto ni, por supuesto, puede ser grande.

Y otra cosa: para alcanzar un acuerdo así todas las partes tendrían que ceder. De hecho, la manera de evaluar si un pacto es o no de verdad consiste en comprobar si las partes firmantes ceden mucho, bastante, poco o nada. Si todas ceden mucho es un gran pacto; si bastante es un buen pacto; si ceden poco no es casi nada; y si no ceden nada entonces es que el pacto no es nada. Zoido no está en disposición de ceder ni mucho ni poco ni nada, pero es que Griñán tampoco lo está en realidad: primero, porque gobierna con Izquierda Unida y eso reduce drásticamente su margen de cesión; y segundo, porque el PP se ha ido tan a la derecha en educación, sanidad o políticas económicas y laborales que es poco menos que imposible que la izquierda pueda consensuar con esa derecha una posición con un mínimo de contenido.

Difícil, pues, que los buenos propósitos del presidente andaluz para 2013 no se estrellen con la dura realidad antes de la primavera. Y eso como muy tarde. De hecho, fijar un plazo tan largo es una manera de ponerse estupendo, que para eso el año acaba de empezar. El gran Rubén de Luces de bohemia le aconsejaba a Max Estrella: “Max, no te pongas estupendo”. El humilde Avendaño de Al sur a la izquierda le aconseja al presidente Griñán: “Pepe, no te pongas ecuménico”.

Antonio Avendaño. 

http://blogs.publico.es/antonio-avendano/2013/01/10/grinan-se-pone-ecumenico/

viernes, 4 de enero de 2013

- ESTOS PARADOS SON DE RAJOY.


Por mucho que desde el PP y desde la derecha mediática quieran atribuírselos a la herencia recibida, esos 426.364 nuevos parados sólo son imputables a Rajoy. Ha sido él, y no Zapatero, quien ha promovido la expulsión del sector público de más de 200.000 trabajadores en el último año. Y ha sido él quien ha decretado una reforma laboral cuyos efectos, a día de hoy, han resultado sencillamente nefastos.
Como consecuencia de las abusivas facilidades para el despido que la reforma introdujo, el número de afectados por ERE había subido un 53% hasta el pasado mes de octubre. Diga lo que diga la propaganda oficial, los ERE de extinción también han crecido: entre enero y octubre de 2012 alcanzaron a 10.000 trabajadores más que en el mismo periodo del año anterior.
La confluencia de esas dos circunstancias –masiva supresión de empleo público y aumento de los ERE– no sólo explica la pésima cosecha de Rajoy en materia de empleo. También es la causa de la caída del consumo y de la recaudación fiscal, consecuentes con un alza continuada del paro como la que España vine soportando desde el inicio de la crisis económica.
Para hacer frente a la situación, el Gobierno la ha emprendido a hachazos con el gasto público y, en particular, con el de carácter social, poniendo en grave peligro los pilares del Estado del bienestar. Ni la sanidad, ni la educación, ni las pensiones, ni la dependencia han escapado a las tijeras de Rajoy, afiladas por los tecnócratas bien pagados que campan a sus anchas por Berlín o por Bruselas.
Con el objetivo de cuadrar las cuentas públicas, maltrechas por culpa de una economía parada, el Gobierno también ha decidido meter la mano en el bolsillo de los españoles. No de los que se encuentran en mejor posición, sino de todos, de una forma indiscriminada. La subida del IVA o el repago de los medicamentos son sólo dos muestras de una política fiscal regresiva, que a la postre ni siquiera ha bastado para conseguir lo que se pretendía.
Una buena parte de los esfuerzos realizados en el primer año de Rajoy se han ido por el sumidero de la reforma del sistema financiero, cuyo coste ronda los 150.000 millones de euros entre ayudas y avales. Con la particularidad, además, de que los bancos continúan sin permitir que fluya el crédito, todavía prisioneros de los desastrosos frutos de sus malas prácticas.
Por todo ello, la sensación más extendida es que tanto sacrificio, al menos de momento, no ha servido absolutamente para nada y de ahí que los ciudadanos cada vez se priven menos de expresar en la calle su protesta.