- CICLISMO Y DOPAJE.

Acabo de ver en la tele la etapa del Tour de Francia correspondiente a Alpe d’Huez, una de las más difíciles de montaña, por no decir la más difícil y en la que ha ganado el español Carlos Sastre de más de 30 años de edad y se ha colocado como primer clasificado.

Hasta aquí podríamos decir que una muy buena noticia para el deporte español y en especial para el ciclismo, tan machacado últimamente por el tema del dopaje de algunos de sus componentes. Los corredores de la etapa de hoy se han llevado montados en sus bicis más de seis horas y pedaleando, cuesta abajo y sobre todo cuesta arriba con unas rampas de alrededor del 10%. de desnivel.

Todo esto te da qué pensar y a veces piensa que los ciclistas (todos) son unos deportistas fuera de serie pues son muchas las horas de entrenamiento, trabajo y esfuerzo que le dedican al cabo del día y que para hacer eso hay que ser un monstruo, si lo comparamos con los futbolistas de primera división que no entrenan todos los días y que cuando juegan más de una partido a la semana ya están protestando.

Pero, a veces, también te da qué pensar que más de uno de los ciclistas deben tomar algunas sustancias, dopantes o no, que les hagan más fuertes, más resistentes y esas sustancias, la mayoría, están prohibidas por la UCI (Unión Ciclista Internacional) y por lo tanto perseguido su consumo, consciente o no, ya que algunos de los ciclistas creo que no han sido consciente de lo que han tomado o de lo que le han dado sus médicos y preparadores. Conscientes o no deben pagar por la falta cometida pero no con la cárcel (a ningún drogadicto se mete en la cárcel por el consumo) como se escucha en la prensa, sino con sanciones económicas y retirada de licencia para competir a nivel individual y a los inductores castigarlos con arreglo a su grado de implicación en el caso.

Para terminar quiero decir que para mí el ciclismo es un deporte “limpio”, aunque haya algunos que intentan ensuciarlos con su comportamiento y que no debemos juzgar a todo los ciclistas por la actuación de unos pocos indeseables e impresentables que intentan ganar haciendo trampas.