martes, 29 de julio de 2008

- DONACIÓN DE ÓRGANOS

Tres donaciones salvan a diecisiete receptores


El hospital Juan Ramón Jiménez registró tres donaciones multiorgánicas entre el martes y el sábado de la semana pasada permitiendo salvar la vida o mejorarla a diecisiete personas.

Las donaciones hicieron posible transplantar 6 riñones, 3 hígados, 1 páncreas y 1 pulmón, así como 6 córneas a pacientes que necesitaban recuperar la visión.

La Coordinación de Trasplantes del Hospital Juan Ramón Jiménez mostró su agradecimiento a las familias de los donantes por la decisión tomada en estos momentos tan difíciles, ya que su gesto, autorizando la donación, ha permitido salvar la vida a otras personas que no hubieran podido sobrevivir sin el órgano que han recibido y ha hecho posible que otras tantas puedan mejorar su calidad de vida.

En cada intervención trabajaron en torno a un centenar de profesionales del centro onubense y otros equipos desplazados desde hospitales públicos de Sevilla, Córdoba y Málaga, que han realizado un importante esfuerzo a fin de respetar los tiempos que hacen finalmente viables los trasplantes. El trabajo ha sido especialmente intenso en la jornada del pasado martes, en la que coincidieron 2 donaciones en un plazo menor a las 20 horas.

Los equipos multidisciplinares han estado formados por anestesistas, intensivistas, radiólogos, cardiólogos, urólogos, neurofisiólogos, oftalmólogos, analistas y técnicos de laboratorio, así como personal de enfermería, que han trabajado siguiendo las indicaciones de la Coordinación de Trasplantes del hospital onubense.

Redacción: Odiel


Esta noticia aparecida en Odiel Información debe llenarnos de orgullo a los onubenses por el gesto tan solidario de esas tres familias para con los diecisiete receptores de los órganos de sus familiares fallecidos.

Desde hace bastantes años soy donante de sangre y me acerco a las 60 donaciones y aunque no lo tengo firmado se lo he repetido muchas veces a mi familia y amigos que el día en que me muera me quiten todos los órganos que les pueda servir a otras personas (no sé si serán muchos o pocos los que sirvan) y con el resto que lo quemen y lo tiren donde quiera, pero a ser posible en la Plaza de España, pero sin pisar la iglesia ni cementerio.

Estos gestos deberían ser obligatorios, es decir, no deberían contar con los familiares nada más que para comunicárselo y así se salvarían muchas vidas diariamente, pero desgraciadamente, aunque la ley lo permite, no se lleva a la práctica, sobre todo, por motivos religiosos, pues piensan algunas personas que cuando resuciten les va a faltar esos órganos y no van a poder vivir y no saben o quieren saber esas personas incrédulas que lo mejor que podemos hacer es irnos de esta vida y dejar parte de nuestro cuerpo dando vida a otras personas.

Yo que he pasado por la experiencia con mi padre (hace 14 años le trasplantaron una córnea) y con algún que otro conocido sólo les pido a todos que reflexionemos un poco y nos pongamos en el lugar del necesitado y luego decidamos si queremos ser donante o no.

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