martes, 27 de julio de 2010

- LA CERVEZA Y EL CALOR

El consumo moderado de cerveza puede ser una opción saludable para evitar la deshidratación

Madrid, 21 de junio de 2010.

Ante la previsión de un verano más caluroso de lo normal, según el Centro Europeo de Pronóstico (ECMWF), los expertos recomiendan incrementar el consumo de líquidos para evitar la deshidratación de nuestro organismo. La cerveza consumida por adultos sanos con moderación y responsabilidad puede contribuir a optimizar los niveles de hidratación en nuestro organismo. Esta bebida aporta a nuestro organismo cuando se ingiere, sobre todo, agua (95%) y, además, otras sustancias con un especial interés nutritivo, como vitaminas del grupo B (especialmente, ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio y magnesio). Así lo explica el Manual de la hidratación y la cerveza, que ha sido presentado hoy por el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), Jesús Román Martínez.

CERVEZA 

El agua es el elemento más destacado del organismo humano y representa el 60% del peso corporal. Las necesidades de agua de cada persona pueden ser variables en función de las diferentes condiciones, como el ejercicio físico o la exposición prolongada al calor. Según Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, “se ha calculado que las necesidades de ingestión de agua del organismo giran en torno a los 30-35 mL por cada kilogramo de peso y día, lo que equivale a que nuestro organismo necesita una media de entre 2 y 2,5 L de agua cada día”. Esta ingesta debe ser fundamentalmente de agua, aunque existen otras bebidas como zumos, té o cerveza (siempre que se consuma con moderación por adultos sanos) que pueden contribuir al alcanzar los niveles necesarios de hidratación.

Cuando el organismo se encuentra en un proceso de deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte, implica una disminución medible de la concentración, del rendimiento físico y de la memoria a corto plazo, con un aumento destacado del cansancio, aparición de dolores de cabeza, así como una reducción del tiempo de respuesta ante estímulos externos. Por este motivo, según ha comentado el presidente del Comité Científico de la SEDCA, “la deshidratación contribuye a poner la vida en peligro en caso de golpe de calor y coexistencia con otras patologías, por lo que no hay que esperar a tener sed, sino que hay que beber poco a poco a lo largo del día y evitar las fuertes pérdidas de líquido”.

La sed es para beber

La sed es un mecanismo fisiológico por el que el cuerpo regula la cantidad de agua que necesita consumir, y el agua es la principal fuente a la que se recurre para calmarla. Sin embargo, “existen factores, como el color, sabor, olor y temperatura de una bebida, muy influidos por preferencias culturales y sociales que contribuyen a la ingestión voluntaria de una bebida”, ha explicado Jesús Román Martínez.

El consumo de cerveza en España se ha relacionado tradicionalmente con el calor por factores como la temperatura habitual de consumo, que oscila entre 8 y 10 grados, o la presencia en la bebida de una burbuja de pequeño tamaño obtenida tras la producción de gas carbónico en el proceso de fermentación. La manera más común de consumo de cerveza en nuestro país es en frío, junto con comida (tapas o aperitivos) y en cantidades moderadas.

Cerveza y ejercicio

Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Granada y por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluye que el consumo moderado de cerveza puede ser incluido en la dieta equilibrada de los deportistas y puede contribuir a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés.

El consumo moderado de cerveza, por su composición (agua, sales minerales, carbohidratos, vitaminas, oxidantes, fibra soluble, puede ser beneficiosa para la recuperación tras el ejercicio físico. En este sentido, la cerveza contiene 4 g. de carbohidratos por 100 ml. De esta cantidad, la mayor parte son maltodextrinas de bajo peso molecular que se metabolizan lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a sangre, lo cual conlleva un beneficio añadido.

Por lo tanto, el consumo moderado de cerveza, por su composición (agua, cebada y lúpulo), las propiedades de sus ingredientes, sus características organolépticas y su bajo contenido alcohólico (4-5º), puede favorecer una rápida y efectiva rehidratación y evitar dolores musculares. Por ello, la cerveza, siempre en cantidades moderadas, tanto si es tradicional, como en su variedad sin alcohol, pueda incluirse en la dieta equilibrada de los deportistas.

Consumo moderado

El consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza, puede formar parte de una alimentación saludable como la Dieta Mediterránea actual, por las propiedades que les confieren su baja graduación y las materias primas con las que están elaboradas.

Por este motivo, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), incluye en la Pirámide de la Alimentación Saludable –principal referencia en materia nutricional de nuestro país- las bebidas fermentadas (cerveza, vino, cava o sidra) de forma opcional y moderada.
No hay que olvidar, sin embargo, que los efectos beneficiosos de estas bebidas se observan únicamente cuando el consumo es moderado y responsable por parte de adultos sanos en el marco de una alimentación sana y equilibrada. Si se está tomando fármacos, si se va a conducir o en el caso de las mujeres embarazadas, el consumo de alcohol debe ser nulo.


La cerveza “sin” una excelente alternativa
Para todos aquellos que quieran seguir disfrutando de la cerveza y sus propiedades pero no quieran o no puedan incluir bebidas con contenido alcohólico (ni siquiera en la baja graduación que contiene la cerveza) en su dieta, la cerveza “sin” se presenta como una bebida altamente hidratante.
La cerveza sin alcohol también es una alternativa para las mujeres consumidoras habituales de cerveza que están en estado de gestación. Además de hiposódica, la cerveza sin alcohol apenas tiene calorías (17 Kcal/100 ml). Por esta razón, la cerveza sin puede ser una opción muy recomendable en dietas de adelgazamiento, puesto que además ayuda a romper la monotonía de la dieta.

Centro de Información Cerveza y Salud
Desde su fundación en 1998, el Centro de Información Cerveza y Salud (CICS), entidad de carácter científico que promueve la investigación sobre las propiedades nutricionales del consumo moderado de cerveza y su relación con la salud, ha querido dar respuesta a la demanda informativa existente en nuestro país en torno a esta bebida apoyando todas aquellas iniciativas relacionadas con su investigación y proporcionando a los profesionales sanitarios y la sociedad información objetiva y contrastada, bajo la supervisión de los profesionales de la medicina, la dietética y la nutrición que conforman el Comité Científico de esta entidad.

http://www.cervezaysalud.es/pre_notas_detalle.php?id=101&vengo_de_home=1

No hay comentarios: