lunes, 13 de abril de 2009

- PAPÁ OBISPO, OBISPO PAPÁ.

El presidente de Paraguay reconoce que tuvo un hijo cuando era obispo.

Fernando Lugo afirma públicamente que es el padre de un niño de dos años de edad.
SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - 13/04/2009 EL PAÍS

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha reconocido este lunes en un comunicado público la paternidad de un niño de dos años, cuya madre había presentado una reclamación judicial. Lugo, que fue obispo del empobrecido departamento de San Pedro, renunció a los hábitos en 2006 para dedicarse a la política, aunque el Vaticano no aceptó que dejara su condición de obispo y su "reducción al estado laical" hasta 2008, en una decisión sin precedentes en la organización eclesial.

"Es cierto que tuve una relación con Viviana Castillo (la madre del niño) y asumo todas las responsabilidades que pudieran derivarse de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño", afirmó Lugo ante las cámaras de televisión de su país.

El niño, Guillermo Armindo, vive con su madre, una mujer de 26 años de edad, que afirma conocer a Lugo desde que tenia 16 y haber sido seducida "por las bellas palabras del obispo". Viviana, que desmintió en su momento haber presentado una demanda judicial, mantiene según declaraciones de sus allegados, recogidas por medios locales, que Lugo le prometió "colgar los hábitos" y casarse con ella. El obispo, de 57 años, colgó efectivamente los hábitos y fue suspendido ad divinis por el Vaticano, que sin embargo, no aceptó su vuelta al estado laico hasta prácticamente estar seguro de que Lugo iba a ganar las elecciones y convertirse, con permiso o sin él, en el nuevo presidente del país.

La sorprendente noticia dice mucho de la forma de actuar de la curia en cuanto que son muchos los curas, obispos y demás jerarcas de la iglesia católica que han mantenido relaciones sexuales en pleno ministerio sacerdotal con resultado de hijos desconocidos o de abortos practicados clandestinamente para que no viera la luz esas criaturas, que ellos llaman inocentes, ya que en realidad esas criaturas no tienen culpa de lo que hacen sus padres. Este ex-obispo y presidente por lo menos ha tenido la valentía de reconocer su paternidad y dar la cara ante la opinión pública aunque le cueste su puesto político, pero, ¿cuántos (curas) no hay por ahí que son padres y no han reconocido a sus hijos ni les ha ayudado? Esos son los representantes de Dios en la tierra, ¡pues menudos representantes tiene!

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