viernes, 17 de octubre de 2008

- LA IGLESIA CATÓLICA Y LA CIENCIA.

El Vaticano asegura que más casos como el de Javier "ponen en peligro a la humanidad".

A.G.. 17.10.2008

Javier Mariscal Puertas, primer bebé de España libre de una enfermedad hereditaria y compatible con su hermano, junto a su madre. (EFE).

  • El Papa Benedicto XVI condena avances científicos que permitan, por ejemplo, que nazcan niños modificados genéticamente.
  • Es reciente el caso de Javier, el primer niño libre de una enfermedad hereditaria que ha nacido en España para "salvar a su hermano".
  • "Este caso es un acto en sí egoísta", dice una experta en bioética.

El pasado martes Javier se hizo famoso en toda España. Le llaman el 'niño-medicamento'. Se trata del primer bebé en nuestro país que ha nacido libre de una enfermedad hereditaria para "poder salvar a su hermano Andrés, de 6 años, que sufre de beta-Talasemia major (una anemia congénita severa). Nació en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y desde entonces ha habido voces en contra y a favor de que puedan nacer niños modificados genéticamente.

La ciencia no está capacitada para establecer principios éticos.

El Vaticano ya ha lanzado una voz de alarma sobre el avance científico advirtiendo de que "los beneficios fáciles y la arrogancia de sustituir al Creador pueden poner en peligro a la humanidad". Son palabras del Papa Benedicto XVI, que en un discurso este jueves en Roma, señaló que la fe "no teme" al progreso de la ciencia y los desarrollos a los que conducen sus conquistas "cuando tiene como fin el hombre y su bienestar y el progreso de la humanidad" y precisó que "no es el árbol de la ciencia el que mata, sino la desobediencia".

El Pontífice añadió que la ciencia "no está capacitada" para establecer principios éticos. "Ella sólo puede aceptarlos en sí y reconocerlos como necesarios para erradicar sus eventuales patologías. La filosofía y la teología sirven en ese momento como ayuda indispensable para evitar que la ciencia proceda en solitario por un camino tortuoso, lleno de imprevistos y de riesgos", señaló Benedicto XVI.

"Un acto egoísta".
Mientras, el diario de la Santa Sede, el
Osservatore Romano, dedicó a este asunto un artículo en primera página para condenar la actuación médica realizada en Sevilla, "aunque muchos la consideren éticamente aceptable".

El término exacto para definir la selección que ha llevado al nacimiento de Javier es eugenesia.

"El término exacto para definir la selección que ha llevado al nacimiento de Javier es eugenesia", afirma la historiadora católica y experta en bioética Lucetta Scaraffia, sobre el término que define cualquier práctica científica usada para mejorar la vida humana y que derivaron en macabros experimentos en el nazismo.

Para Scaraffia, el caso de Javier es "un acto en sí egoísta y que además implica la exclusión de la vida de otros seres humanos", ya que, según opina, se descarta a otros embriones para elegir uno sano.

Este hecho no es un éxito o progreso científico.

Por su parte, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal (CEE), denunció también este viernes la "práctica eugenésica" en el nacimiento de Javier. "El nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida", afirma.

Los obispos tampoco están de acuerdo en que este hecho sea un "éxito y un progreso científico", porque consideran que la técnica del diagnóstico preimplantacional reduce la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad.

Esta noticia, leída por cualquier persona sensata, le resulta chocante por la posición de la iglesia católica que niega los avances de la ciencia para salvar vidas humanas a través de sus hermanos no portadores de enfermedad hereditaria.

Iglesia que niega el aborto en todos sus apartados y prefiere que nazcan niños con grandes anomalías, que niega los métodos anticonceptivos de todo tipo y prefiere que mueran muchas personas contagiadas por el Sida y otras enfermedades contagiosas. Esta iglesia retrógrada, anclada en el medioevo, echando de menos la Inquisición y las hogueras, llena de pederastas, a los que amparan y no denuncian. Esta iglesia que invierte en bolsa en compañías fabricantes del viagra y de anticonceptivos, que les reporta pingües beneficios.

En resumen la Iglesia Católica del siglo XXI.

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