El PP da mucho empleo.
El PP ha empezado a demostrar en Extremadura que es capaz de crear mucho empleo, y como dé la casualidad que sus dirigentes y altos cargos procedan de familias numerosas las oficinas del INEM de la región pronto quedarán desiertas. El método es tan revolucionario que debería ser exportado rápidamente a otras comunidades y se basa en esa palabra mágica que Rajoy ha utilizado incluso en el frontispicio de su autobiografía: la confianza. ¿En quien va uno a confiar más que en la familia? Pues eso.
Se ha sabido ahora que el presidente de la Asamblea Extremeña, Fernando Manzano, contrató a su primo como chófer, porque los funcionarios son de naturaleza indiscreta y al volante del coche oficial no se puede confiar en cualquiera. Antes que él, sin embargo, ha habido otros pioneros en convertir a la Administración regional en una gran empresa familiar, cuya productividad no dejará de aumentar porque hasta para celebrar los cumpleaños nadie tendrá que hacer grandes desplazamientos.
La primera en combatir el paro de esta manera fue la vicepresidenta extremeña, Cristina Teniente, que para algo es también consejera de Empleo. Para que nadie pudiera acusarle de enchufismo hizo directora general a la hermana de la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, quien a su vez nombró jefe de prensa del Ayuntamiento al hermano de la vicepresidenta. Como la de chófer es una profesión con futuro, el coordinador general de la Presidencia, Juan Parejo, contrató como conductor al cuñado del presidente. Idéntica confianza buscaba Francisco Javier Fernández, director general de Servicios a la Ciudadanía, cuando convirtió a su esposa en coordinadora de Seguridad Alimentaria, o cuando puso al frente de una residencia de mayores de Villafranca a su antigua secretaria. Hablando de secretarias, la consejera de Salud, Jerónima Sayagués, debió de hacer caso a la suya al designar al marido de ésta director de Recursos Humanos del área de Mérida.
Como puede apreciarse en estos ejemplos, el plan de empleo de los populares detesta la temporalidad y el mileurismo. La familia es un refugio y, por lo visto, una cantera.
Público.es
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