- NUMBER ONE.

EL “NUMBER ONE”

Hacía tiempo que no se escuchaba hablar de “el bigotillo” y mira por donde aparece hoy como uno de los peores expresidentes del mundo. Por algo será, ya que ha dado motivos más que suficientes para encabezar la lista y colocarse como “number one” pues sólo se dedica a decir barrabasadas y a poner a parir a España con el solo fin de que su discípulo llegue a la Moncloa aún sin hacer casi nada por merecerlo.

Comparte honor con nombres como el filipino Estrada o el nigeriano Obasanjo.

Aznar consigue ser incluido en la lista de los cinco peores ex presidentes del mundo.

José María Aznar y el PP aseguran que Zapatero ha dilapidado un enorme prestigio internacional en el que su antecesor habría dejado a España, ocultando la mala imagen que el líder popular tiene en círculos especializados. Una revista de referencia en política internacional,Foreign Policy, ha publicado un ranking de los cinco peores ex presidentes del mundo que abochornan a sus conciudadanos en el que Aznar ha conseguido hacerse un hueco. Comparte honores junto a nombres como el filipino Joseph Estrada –un ex actor procesado corrupción-, el nigeriano Olusegun Obasanjo –acusado de recibir sobornos millonarios y que comparó la homosexualidad con la zoofilia-, el alemán Gerhard Shcröder –entregado sin disimulo a los intereses del gas ruso- o el tailandés Thaksin Shinawatra –que estuvo detrás de la revuelta que costó alrededor de 90 vidas para que él retomara el poder-.

Una de las revistas de referencia en política y geoestrategia internacional, Foreign Policy, ha elaborado una lista de malos ex presidentes, ironizando con que “la mayoría de los ex primeros ministros dedican su vida a marcar la diferencia positiva en el mundo o al menos se desvanecen en el olvido” mientras que éstos “no han conseguido ninguna de las dos cosas”. El ex presidente Aznar ha conseguido el dudoso honor de ser incluido en esa lista de ex presidente que avergüenzan a sus conciudadanos, según ha advertido en su blog el corresponsal de El Mundo en Washington, Pablo Pardo.
Patada tras el 11-M y recogido por Murdoch
Foreign Policy recuerda que los españoles dieron la patada electoral al partido de Aznar después de que tras la “impopular guerra de Irak” éste culpara de los atentados del 11-M a ETA en lugar de de a los islamistas, y apunta cómo ahora dirige un think tank y se sienta en el consejo de Rupert Murdoch en News Corp.
“Retórica extremista”
La publicación destaca que el ex presidente español se ha distinguido por retórica extremista, y aquí apunta cómo ha cargado junto al presidente checo Vaclav Klaus contra los “abanderados del apocalipsis del calentamiento global” a los que comparó con los comunistas en cuento a las restricciones de libertad, aunque bajo su mandato España suscribió el tratado de Kyoto de control de emisiones de CO2.
Una “cheerleader” de Israel
Otras salidas de tono de Aznar han sido presentar la presidencia del afro-americano Barack Obama como un “exotismo histórico y previsible desastre económico” así como su famoso alegato sobre la libertad de beber vino aunque se conduzca. Así, concluyen que aunque ahora está embarcado en una “más defendible” campaña para conseguir apoyo internacional para Israel, Tel Aviv debería considerar si es realmente “su más efectiva cheerleader”.
Codeándose con Estrada o con Obasanjo
Los otro personajes incluidos en la lista de malos ex presidentes son el filipino Joseph Estrada, un ex actor de películas de acción acusado de corrupción que todavía conserva popularidad entre los más pobres del país, o el nigeriano Olusegun Obasanjo, acusado de recibir millones de dólares en sobornos de la contratista estadounidense Halliburton, que intentó reformar la Constitución para perpetuarse en el poder o que comparó la homosexualidad con la zoofilia. También figuran el alemán Gerhard Shcröder, que terminó su mandato favoreciendo a Gazprom para recalar a los pocos días en el gigante gasista ruso, o el magnate tailandés Thaksin Shinawatra, que es acusado en su país de estar detrás de la revuelta que exigía su vuelta al poder y que costó alrededor de 90 vidas.