sábado, 11 de julio de 2009

- SANTA RITA

MANUEL RIVAS 11/07/2009 El País.

Escribo a las 10 horas, 15 minutos y 25 segundos del viernes 10 de julio y ZP todavía no ha dimitido ni reenviado las anchoas de Cantabria a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Aconsejaba Breton unir los términos más alejados para que la asociación automática fuese perfecta. ¿Qué relación existe entre trajes y anchoas? Son seres invertebrados. Ahí hay un hilo del que tirar. Ya lo apuntó Ortega: La España invertebrada. La invertebración era un defecto, pero empieza a ser una moda. La invertebración es estar y no estar. Fíjense en la cantidad de gente que de repente está y no está por el golpe en Honduras. El golpe ha sido un golpe, pero los invertebrados no nos hablan de los dirigentes populares secuestrados y desaparecidos a la hora de las tinieblas en Tegucigalpa, sino de la telepatía entre Zelaya y Chávez. A Chávez ni mentarlo, pero con Berlusconi estamos y no estamos.

El único que esta temporada se curró el derecho a ser y no estar es Michael Jackson. Pero el resto está y no está por el morro. El tesorero está y no está. Mariano está y no está. Y así. Lo de Rita es distinto. Es una pasión invertebrada. Se habla mucho de mensaje subliminal, pero cuando alguien emite uno desesperadamente nadie se entera. A Rita le preguntan y preguntan sobre Camps y los trajes, pero, ¿qué le importan a la alcaldesa los trajes y qué le importa el presidente? Ella sabe muy bien que la naturaleza odia el vacío y ya lo llenará.

Pero, ¿y las anchoas? Cada vez hay menos. Ya está bien de chistes. ¿Cuántos años llevará Rita pensando, soñando, contando las anchoas? La veo en televisión y no me abochorna como a tantos. Me conmueve su mirada, esos ojos iluminados con ardentía marina por las anchoas ausentes. ¡Marchando para la alcaldesa una de anchoas! ¡Y viva la España invertebrada!

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