Sembrar hoy para recoger mañana.
Es lo que ha dicho Rajoy de los ajustes de Cospedal, y puede aplicar a cualquiera de las mermas practicadas por “sus” comunidades y lo que habrá de venir en una España azul sin fisuras cuando el PP acumule prácticamente todo el poder: ayuntamientos, comunidades autónomas, gobierno nacional y UE (que también lo tiene).
Sobre un terreno abonado por siglos de caspa sedimentada –de la mejor calidad en su género- se siembra lo que se espera recoger: una excelente cosecha de burrez española.
Hay dos métodos esenciales para conseguirla. Las medidas de Esperanza Aguirre van por ese camino. Pero el abono fundamental para que la siembra fructifique es la manipulación. Lanzar la idea de que los profesores solo trabajan 18 horas a la semana es como afirmar que los futbolistas sobre “trabajan” hora y media, o los periodistas de los telediarios una. Lo peor es que la fruta esperada germina en parte de la sociedad. Porque se une a la otra variable: la falta de un espíritu crítico y propio que se deriva de la inteligencia cultivada en la educación.
“Hace menos de un año, la Comunidad de Madrid aumentó las deducciones fiscales para los colegios de pago. Hasta entonces, estas ayudas sólo iban a familias pobres que matriculasen a sus hijos en centros privados (si es que tal especie existe). Pero Aguirre modificó la ley para beneficiar a las familias con rentas más altas y ahora, por ejemplo, un matrimonio con dos niños que declare ganar menos de 120.000 euros al año se puede desgravar hasta 1.800 euros por el colegio privado. En total, este regalito cuesta 90 millones de euros anuales: diez millones más de lo que Aguirre dice que ahorrará con los despidos en la escuela pública”.
La misma estrategia de Cospedal en su Castilla-La Mancha, la alumna aventajada que felicita el jefe. Ha inventado la cuadratura del círculo: drásticos recortes en educación también (es básico) y en Sanidad… “sin reducir servicios sociales” y ¿sin destruir los miles de empleo que va a suprimir? Cómo será de aplicada la alumna que lo ha llamado “Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos”. Ahí queda eso.
Ya recogemos en España los frutos de siembras ancestrales. Por los poderes políticos y también por los mediáticos. No es admisible en este último punto que se permita decir a Aguirre lo de los privilegiados profesores que solo trabajan 18 horas y se quejan porque van a hacerlo 20. Máxime con esa apasionada afición por la presunta objetividad del “éste dice, el otro dice”.
España es un país en el que el discurso de estas señoras del PP que parecen ingerir cada mañana una dosis combinada de testosterona y Chanel nº 5, entra como la seda.
Se recoge lo sembrado, y con esa mala hierba que se aparta de la uniformidad, y piensa, y protesta, se utiliza el arma infalible: la fuerza. Más policías y menos profesores, dice Esperanza Aguirre. Como Cameron en Gran Bretaña.
Hay algo asombroso por encima de todas las cosas: que el discurso tan pueril, las estrategias tan evidentes, se asuman sin cuestionarlas. Realmente, se está recogiendo lo que se sembró. Y vienen días de florecientes cosechas de imbecilidad. O resignación, que también. Menos mal que existe el 15M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario