La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP), se dirigió por carta el pasado 30 de agosto a 21.000 docentes madrileños, según CCOO, para explicarles las bondades de los recortes. En cinco párrafos, la presidenta comete cuatro faltas de ortografía, que repite además en varias ocasiones.
Las tildes parecen ser su punto débil, ya que no las pone al adverbio “más” ni a las conjugaciones verbales “irá” y “está”, pero sí a un “cómo” que no es interrogativo. Algunos profesores le han devuelto la misiva convenientemente corregida con bolígrafo rojo.
Además, en las anotaciones de pie de página, los profesores le instan a mejorar en otros aspectos: uso excesivo de mayúsculas innecesarias, falta de convencimiento y eficacia, y mala argumentación. Hablar de que “los jóvenes van a engrosar las listas del paro” en la misiva es, para los docentes, contradictorio: “A peor educación, más paro”, le recuerdan.
Al margen de los errores de redacción y ortografía, la petición de “un mayor esfuerzo” para trabajar 20 horas semanales se lleva un buen borrón. ¿Se refiere a las horas “lectivas” o “complementarias”? Oficialmente, los maestros trabajan 37,5 semanales.
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