Belloch escandaliza en Zaragoza dando una calle al santo Escrivá.
El alcalde socialista rebautiza una vía dedicada a un golpista.
CONCHA MONSERRAT - Zaragoza - 14/02/2009
La decisión del alcalde de Zaragoza, el socialista Juan Alberto Belloch, de dedicar una de las calles del centro de la ciudad al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, quien nació en la localidad oscense de Barbastro, ha encendido una polémica que crece más deprisa que el caudal del Ebro y que tiene también muchas posibilidades de desbordarse. Belloch ya ha advertido que la decisión ha sido suya y que no dará su brazo a torcer.
El asunto arrancó cuando el Ayuntamiento se dispuso a aplicar
Desde entonces se vienen sucediendo las manifestaciones de ciudadanos en contra de la iniciativa de Belloch. Frente a ellas, el alcalde socialista argumenta que Escrivá es un aragonés de renombre universal y que, además, es santo. "No hay un marxista culto que se oponga a esto", dice, "porque, independientemente de cuales fuesen sus ideas, que han generado bastantes catástrofes en la humanidad, es un hombre importante. A un señor no se le pone una calle por consenso, sino por méritos. Y la verdad es que [Escrivá] los tiene: ser santo".
El concejal de IU, José Manuel Alonso, ha puesto el grito en el cielo. Pero la contestación más dura a la iniciativa del alcalde la protagonizó el jueves un socialista histórico: el diputado constituyente Antonio Piazuelo, hoy diputado regional, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza y medalla de oro de la ciudad. En una carta durísima, Piazuelo acusa al alcalde de fraude de ley: "Me permito recordar que en uno de los últimos Gobiernos presididos por el General Franco, con participación de cuatro ministros del Opus, se produjeron las últimas condenas a muerte de antifranquistas. Dedicarle una calle [al fundador del Opus Dei] me parece un fraude de ley claro y rotundo que tendrá, espero y deseo, defensa y contestación jurídica".
En la misma línea se pronunció ayer el historiador Julián Casanova, autor del libro
La inclinación del alcalde de Zaragoza por
Este mismo año, apoyó el rechazo de la compañía de transportes urbanos a la campaña de anuncios con el lema: Probablemente Dios no existe.
Nada más leer la noticia vuelvo a coger un cabreo de espanto con estos “capillitas” del PSOE que hacen la guerra por su cuenta, e incluso saltándose las normas establecidas en
No soy militante del PSOE ni lo quiero ser porque no aceptaría en mi partido gente que dicen una cosa y luego hacen otra sin tener en cuenta las ideas y sensibilidad de sus correligionarios.
Cada vez se le ve más el plumero a estos socialistas católicos y no tan católicos con el tema de las relaciones con la iglesia católica, que para colmo en el 2007 se ha llevado bastante más dinero de los impuestos de los españoles gracias a la modificación establecida por Zapatero en la asignación a la iglesia católica a costa del IRPF. Como sigan así van a imponer la misa y el rosario diario a todos los españoles como si estuviésemos en la edad media.
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