El fin de curso soñado por el maestro republicano que prometió el mar a sus alumnos.
Un grupo de 29 niños y niñas de la Cañada Real y
La Cartuja de Granada cruzan España para cumplir la promesa del profesor Antoni
Benaiges, torturado y fusilado por las tropas franquistas.
Imagen de archivo de
Antoni Benaiges y su grupo de alumnos en Bañuelos de Bureba. — Fundación Escuela Benaiges /
Cedida
MADRID
05/07/2024 21:30
VÍCTOR LÓPEZ@VICTORRLOPZ
Antoni Benaiges aterrizó en la pequeña localidad de Bañuelos de Bureba (Burgos) en
1934. El maestro dejó atrás Mont-Roig (Tarragona)
para trasladarse al campo y conseguir que todos los niños españoles pudieran ir
a la escuela. Esta fue una de las propuestas estrella del Gobierno de la II República. Benaiges prometió a sus alumnos una excursión a la Costa Dorada
para conocer el mar, pero las tropas franquistas lo torturaron y fusilaron antes
de que pudiera cumplir su palabra. Nueve décadas después, 29 niñas y niños de entornos vulnerables emprenden ese
mismo viaje y siguen los pasos del profesor.
La Escuela Benaiges, la Asociación de Educadores María de
Borja y la Asociación Tabadol han
puesto en marcha esta iniciativa. Los excursionistas han
crecido en barrios y zonas
en proceso de transformación social: 19 viven en la Cañada
Real (Madrid) y los otros diez en el Sector Norte de La Cartuja
(Granada). "Es una experiencia que nace con la idea de conocer otras
culturas, siempre desde la convivencia y el respeto, que son los valores que defendía el maestro", señalan
desde la organización.
El mar, la arena y las
sombrillas son un cóctel habitual para las personas que viven o veranean en la
costa, pero también un mundo por descubrir para muchas familias que nunca han
salido de sus respectivos distritos. Los monitores reconocen que los
niños están "nerviosos" y al mismo tiempo "distraídos" por
el gran número de actividades programadas. "El colofón final va a ser
conocer el mar, pero los chavales están siempre entretenidos y no lo
están pensando. Será realmente una sorpresa", cuenta Javier González, secretario de la Escuela Benaiges.
Educar con memoria, un desafío crucial para frenar el retroceso
democrático entre los jóvenes
El viaje tiene una
duración de ocho días y culminará precisamente en Mont-Roig,
la ciudad natal del profesor Benaiges. Los estudiantes han visitado durante
esta semana el Parque Arqueológico de Atapuerca, el Memorial La Barranca y la ciudad de Zaragoza. Los
educadores que acompañan a los niños aseguran que algunos descubrirán -por
primera vez- este sábado a qué huele un pueblo pesquero y cómo es el movimiento
de las olas. "El objetivo es visitar también la casa del
maestro con sus sobrinos nietos", continúa González.
Pedro y Teresa,
'culpables' de la aventura
La vida de Antoni
Benaiges llegó a la gran pantalla de la mano de Patricia Font. El maestro que prometió el mar (2023)
puede entenderse como el punto de partida de esta excursión. La curiosidad
llevó a dos profesores de Madrid –Carlos y Teresa– hasta la Escuela Benaiges al
poco tiempo de ver la película. "Ellos hablaron con la
asociación porque querían hacer realidad el sueño del maestro. Luego
pusieron en marcha un crowdfunding y
contactaron con las entidades que participamos en el programa",
recuerda Noelia Campaña, directora y educadora de la Asociación de
Educadores María de Borja.
Dicho y hecho. Las dos
asociaciones implicadas llevaron a cabo un proceso de selección para
escoger a una treintena de menores en los barrios donde trabajan. "El criterio fue sobre todo la edad, porque queríamos
incentivar que luego pudieran seguir estudiando y entablaran relaciones de
amistad", precisa Noelia Campaña. En la Cañada Real, 4.000
personas –la mitad, menores– viven desde hace tres años sin suministro
eléctrico. Los cortes de luz también son
recurrentes en el barrio de La Cartuja (Granada). El sector norte de la ciudad,
declarado zona con necesidad de transformación social, lucha
desde hace años contra la pobreza y el estigma de la marginalidad.
"La organización ha
sido todo un reto. Esta es la primera vez que lo hacemos [el viaje]. La meta era cumplir el deseo del maestro de llevar a sus alumnos a
ver el mar. La aceptación y la implicación de los distintos agentes
ha sido fabulosa. La idea es poder repetirlo en el tiempo, pero todo dependerá
de nuestra capacidad y del presupuesto", señala Javier González. Los
promotores de la iniciativa han recaudado 11.000 euros a través de
donaciones para llevar a cabo el proyecto.
La importancia de una
educación con Memoria
Antoni Benaiges esbozó una sonrisa cuando le taparon los ojos frente al paredón de fusilamiento. La película cuenta que antes
de recibir los disparos, vislumbró el mar y no la muerte. Los golpistas dejaron sin mar a los alumnos de Bañuelos de
Bureba y la figura del profesor quedó recluida en la intimidad
hasta hace una década, cuando comenzaron los procesos de exhumación en la fosa del Monte de La Pedraja (Burgos). Los arqueólogos
esperaban encontrar en las cunetas del enclave los restos del maestro. El
cuerpo de Benaiges todavía no ha sido identificado, pero las excavaciones han servido para recuperar su Memoria.
Los 29 alumnos de
la Cañada Real y La Cartuja que siguen las huellas del
profesor se han reunido durante esta semana con los nietos y familiares de
otras personas fusiladas durante la Guerra Civil. "Nos
ha sorprendido el interés de los más pequeños y su capacidad para hacer
preguntas. Los niños no entienden por qué mataban a alguien por ser
sindicalista o maestro. Tenemos la obligación de
ponerlos en contacto con la memoria, sobre todo para que descubran lo
que pasó hace 50 o 70 años y no lo vuelvan a repetir", señala Javier
González.
Daniel Rico, historiador: "La derecha es quien más teme a
Francisco Franco"
Los promotores de la
iniciativa contactaron con distintas asociaciones que atienden a familias en riesgo de exclusión social para
emprender esta aventura conjunta y las de Tabadol y María de Borja fueron las
primeras en responder. "Esto no es solo una excursión
al mar, sino un canto a la convivencia y la multiculturalidad. Los valores que defendía el maestro nos han acompañado durante
todo el viaje. Los sobrinos nietos de Benaiges nos esperan en
Mont-Roig con los brazos abiertos. Esto también es para ellos una
forma de cerrar el ciclo y cumplir el sueño del maestro", reconoce
Javier González.
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