Esta carta la podría haber escrito cualquier funcionario español que se encuentre en situación hipotecaria, que son muchos, y que llega a final de mes y no puede hacer frente a sus débitos por el incremento de los tipos de interés y por la rebaja del sueldo.
CARTA PARA MI BANCO.
Muy señores míos:
Por la presente lamento comunicarles que he decidido pagar un 5% menos en el recibo mensual de la hipoteca que tengo con su banco. Ha sido una decisión difícil, muy difícil y dolorosa, pero me es imprescindible recortar gastos para salvar mi economía particular y reducir mi déficit.
En situaciones como ésta es cuando todos debemos arrimar el hombro por lo que les pido comprensión y solidaridad.
Al fin y al cabo yo, como el resto de ciudadanos, colaboré en su día en la inyección de liquidez que recibieron ustedes para salvar el sistema financiero.
En realidad me he visto forzado a tomar esta decisión porque mis padres, al ver el saldo de mi cuenta corriente, temen verse en la obligación de dejarme dinero y ustedes, como banqueros que son, saben mejor que nadie que no tiene sentido poner capital si no es para conseguir pingües beneficios.
Me he informado y sé que es lícito tomar este tipo de decisiones de forma unilateral y sin previa negociación (Hay precedentes, ver declaraciones del Presidente del Gobierno en el parlamento el pasado 12 de mayo).
Aprovecho la ocasión para comunicarles que ya dispongo de suficientes sartenes y no necesito que me regalen ninguna más.
Atentamente,
Un funcionari@ hipotecad@.
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