Este artículo ha sido publicado hoy el trincheradigital.com y demuestra el cinismo y la desfachatez de una gran parte de los miembros del PP en cuanto a lo que está sucediendo con las campañas organizadas a favor del juez Garzón. Ellos, los del PP, como los curas, dicen que hay que hacer lo que ellos dicen, no lo que ellos hacen.
La derecha más coherente del mundo.
Resulta ciertamente incomprensible que el PP no tenga mucho más apoyo ciudadano pese a la coherencia de su discurso. Veamos.
Cuando la derecha se manifiesta en la calle contra una decisión del Tribunal Supremo, o cuando alimenta las teorías conspiranóicas sobre el 11-M en plena instrucción de la causa o cuando monta una campaña de recogida de firmas contra el Estatut catalán mientras el Constitucional sigue con sus deliberaciones, se trata de actos en defensa de la democracia y de la independencia judicial. Sin embargo, cuando la izquierda se manifiesta para defender que los familiares de las víctimas del franquismo tienen derecho a enterrar dignamente a sus muertos y a que se sepa la verdad de la represión, entonces es evidente que se trata de una actuación “antidemocrática” y de una “coacción intolerable” al Supremo.
Pero hay más. El PP es, por supuestísimo, el gran defensor de la libertad de expresión en este país y sostiene que todas las opiniones se pueden defender en una democracia tan maravillosa como la que tenemos, pero resulta que si un ciudadano sale a la calle con una bandera republicana, se convierte de inmediato en un “radical” antisistema que pretende cambiar la Constitución.
¿Cambiar la Constitución? Eso sí que no, porque la derecha española es la más democrática del mundo, pero considera que tocar una coma de la Carta Magna es un sacrilegio. Y, por supuesto, también es intocable la Ley de Amnistía. Sí, sí, la misma que ellos no apoyaron en su día. Ya saben, la coherencia.
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