Dedicado a los “populares” de Bonares.
Las turbias aguas de Huelva.
Escrito por Javier García Salas
sábado, 03 de octubre de 2009
Una de dos, o el PP de Huelva va por libre y no le echa cuenta a Arenas y Rajoy, o es que el presidente del PP andaluz y nacional no controlan en absoluto lo que se hace en la provincia onubense. O son unos cínicos. Me explico.
El Partido Popular anda destripando al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la ministra de Economía, Elena Salgado, porque han decidido subir los impuestos para poder hacer frente a todos los compromisos sociales, es decir, a los que la crisis les ha dejado sin nada y dependen para sobrevivir de las ayudas del Gobierno. Se puede estar de acuerdo o no con esta política. Es más, la derecha siempre ha estado en estas posiciones, muy respetables. Su teoría es que el Estado debe intervenir lo menos posible en la economía, que los impuestos deben ser mínimos y sólo cubrir necesidades esenciales y que luego cada cual se busque la vida. El que tenga dinero o trabaje mucho se hará muy rico y repartirá poco y el que no tenga dinero, no tenga suerte o sea un discapacitado tendrá que vivir de la caridad. De acuerdo, es una política de derecha y el PP nada más que hace seguir un manual de economía y decir que Zapatero es ‘un gastón’ y que nos va a endeudar a todos. De acuerdo.
Luego se llega a la política del llamado Partido Popular de Huelva, que no es tal. Ni el partido ni la política, digo. Resulta que cuando las arcas del Ayuntamiento no dan ya más de sí, porque es que se lo han gastado todo, deciden comenzar a endeudar a una empresa solvente como Aguas de Huelva, una empresa rentable. El alcalde está orgulloso porque ha encontrado un truco para seguir gastando y asegurarse así que no le den muchos palos en las próximas elecciones. El truco es simple, así que no me imagino como no se les ha ocurrido antes. Aguas de Huelva, el primo rico, le pide un préstamo a los bancos, y en vez de invertirlo en mejorar las infraestructuras, se lo regala al Ayuntamiento de Huelva para que el PP pueda llegar a fin de mes. Bueno, podría pensar alguien que al fin y al cabo es la misma caja y que hay que pagar las cosas. La gracia viene luego cuando dicen que nos van a subir el recibo del agua para pagar el préstamo que se seguirá despilfarrando en el Ayuntamiento. Y eso ya no tiene gracia. Al final, todo se reduce a que el PP nos ha subido un impuesto directo a todos los onubenses de un servicio, como es el del agua, del que no podemos prescindir. Todo se reduce a que nos está reduciendo nuestro poder adquisitivo en plena crisis económica y está endeudando más a las empresas municipales onubenses. Los bancos se llevarán una tajada de nuestro dinero a través de los intereses. Pues muy bien, resulta que todo lo que critica el PP lo hace el alcalde de Huelva y está orgulloso. Dice que es muy listo porque ha encontrado dinero donde no lo había. A mí me parece que es lo mismo como si un hijo manirroto se da cuenta de que su madre tiene una casa y decide hipotecarla para seguir con su tren de vida. Se cree muy listo, pero en realidad está hipotecando el futuro de su familia.
Habría que preguntarle a Javier Arenas si le parece bien que el alcalde de Huelva suba los impuestos en tiempo de crisis, reduzca el poder adquisitivo de los onubenses y endeude más a las ya de por sí endeudadas instituciones. Y todo ello sin decir en qué se van a gastar los 27 millones de euros que le han pedido al banco. Y encima critica que Zapatero suba los impuestos para aumentar las pensiones y que puedan pagar su recibo del agua. Cínicos sí que son, hay que reconocerlo.
Con este panorama, uno empieza a sospechar lo que se puede producir en Lepe con su salida de Giahsa. Si esto pasa con empresas municipales en las que existe un control de la oposición política que denuncia todo lo que se le ocurre, imagínense qué va a pasar cuando la gestión del agua se quede sólo para un alcalde con necesidad de dinero y una empresa privada. ¿Alguien duda que van a acabar subiendo los impuestos? Y el alcalde de Bollullos, ¿no va a hacer lo mismo? ¿Es que en Lepe y en Bollullos los ciudadanos están descontentos con la gestión del agua? Si se les pregunta, probablemente lo único que dirían es que quieren pagar menos, precisamente lo contrario de lo que van a hacer sus alcaldes.
El Partido Popular y los tránsfugas de Izquierda Unida en Bollullos se defienden diciendo que se va a conseguir más dinero para la localidad. Les falta decir que menos para el pueblo de al lado. Seguro que un alcalde del PP de la Sierra no se saldría de una mancomunidad de agua, porque su servicio no es rentable y no vendría ninguna empresa. En eso se basa la redistribución.
El otro argumento es que las mancomunidades de agua son ‘un chiringuito del PSOE’. Está bien, a partir de ahora se podría modificar la Ley y que los partidos que sean más votados en las urnas no controlen las empresas municipales, como han decidido los ciudadanos con su voto, y que todas ellas sean gestionadas por el PP, para así poder privatizarlas todas.
Las aguas están turbias en Huelva, o demasiado claras, según el color del cristal con qué se mire. Es un negocio que no falla, como el de la luz. Los ciudadanos están atrapados a pagar lo que se les ocurra al político de turno que, curiosamente, nunca decide bajar los recibos, ni cuando ganan mucho dinero y las cosas van bien.
Por cierto, el alcalde de Huelva tampoco está de acuerdo con lo que ha dicho Javier Arenas de que todos deberían ganar menos que Griñán. Y no está de acuerdo por la simple razón de que el gana más que el presidente de la Junta de Andalucía y que hace poco se volvió a subir el sueldo. Habría que hacer un estudio a ver si lo ha hecho proporcionalmente a los impuestos de los onubenses.