lunes, 13 de octubre de 2014

- RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN 2ª ANDALUZA JORNADA 7ª.

RESUL

CLAS

- CRÓNICA DEL C.D. BONARES BONAFRU – NERVA C.F.

Los goles de Bola y Julito premian el juego del Bonares.

El Bonares se asienta en la parte alta de la clasificación tras vencer con justicia al Nerva por 2-1. El conjunto condal jugó un buen encuentro y gozó de numerosas ocasiones de gol, pero sus acercamientos al área contraria no culminaron en la mayoría de las ocasiones por errores en el último pase o se perdieron con disparos que no encontraron portería.
El partido comenzó nivelado pero a partir del minuto 10 el cuadro local empezó a dominar, disponiendo de oportunidades que no cristalizaban; la mejor de la primera mitad llegó casi al borde del descanso con un mano a mano de Mele con el portero que se resolvió a favor de Camacho.
El Nerva apostó por un juego directo, casi sin pasar por el centro del campo, con balones en largo buscando la prolongación de su delantero a sus rápidos extremos, pero los dos centrales del Bonares Juanjo y Sebas cuajaron un partido perfecto, anticipándose en la mayoría de las acciones y haciendo que el meta Manu no tuviera mucho trabajo.
En la segunda mitad cambió la decoración. Al poco de comenzar el meta visitante Camacho sale a despejar un balón que se queda en el medio campo y Bola, viendo al portero adelantado, lanza un potente chut que inaugura el marcador (1-0). Un golazo.
Poco le duró la alegría a los locales, puesto que dos minutos después, un delantero del Nerva dispara, rechaza Manu y David Cuadrado sólo tiene que empujar el balón para restablecer las tablas (1-1). El tanto dejó tocado al Bonares; el partido se igualó, aunque sin ocasiones claras para ninguno de los dos; con el paso de los minutos el conjunto condal se rehizo, volvió a tomar el mando del encuentro y tuvo su premio con una falta directa muy escorada que Julito convierte en el 2-1.
A partir de ahí el Nerva apostó por colgar balones al área local en busca del empate, lo que permitió al Bonares disponer de varios contragolpes claros, pero ni unos ni otros acertaron con la portería contraria, acabando con ese 2-1 que deja los tres puntos en casa.

Bonares: Manu, Dani Gómez, Juanjo, Sebas, Julio José, Mati, Pedrito, Julito (Alfonso Carrasco), Jesús Regidor (Juan Antonio), Bola (Ángel Jiménez) y Mele (Alfonso).

Nerva: Francisco Javier Camacho, Javier Pinilla, Sergio García, Cristian Morales (David Cuadrado), Manuel Lancha, Antonio Manuel Galindo, Moisés Correa (Cristopher Lozano), Jonathan Losada, David Martín (Rubén Cabrera), Alejandro González y Alejandro Pérez.

Árbitro: Toscano Campomanes. Mostró tarjeta amarilla a los locales Mati, Mele, Pedrito, Bola y Alfonso; y a los visitantes David Martín, Antonio Galindo, Sergio García y Javier Pinilla.

Goles: 1-0/Minuto 47. Bola. 1-1/m. 49. David Cuadrado. 2-1/m. 61. Julito.

Incidencias: Más de 200 personas en el complejo deportivo municipal. Llovió con intensidad durante los cinco últimos minutos de la primera parte.

martes, 30 de septiembre de 2014

- EL ESPEJISMO DE LA RECUPERACIÓN.

Qué poco le ha durado a Mariano Rajoy el discurso de las “raíces vigorosas”. Menos aún que a Elena Salgado el de los “brotes verdes”. La realidad es tozuda y siempre se impone a los espejismos. Ni en mayo 2009 había síntomas de que empezaba a amainar la crisis, ni en septiembre de 2014 la recuperación tiene la consistencia de la que alardea el presidente. Después del anuncio de los falsos “brotes verdes”, la economía española cayó en barrena con la ayuda inestimable de las políticas de ajuste. Cualquiera sabe ahora qué nos espera.

No hacía falta ser un avezado economista para darse cuenta de que lo de las “raíces vigorosas” era una milonga. Bastaba con mirar alrededor. ¿Acaso se había vuelto más fácil encontrar empleo, los trabajadores ganaban más o los bancos, por fin, prestaban dinero? La economía depende de las expectativas, es un estado de ánimo. Cuando Rajoy soltó su metáfora, ¿había anidado de nuevo el optimismo en las familias y en los empresarios? ¿Qué decían nuestros vecinos o el dueño de la tienda de la esquina? ¿Qué sentíamos nosotros mismos?

Los datos macroeconómicos apuntaban una cosa: que las exportaciones crecían a buen ritmo, que el consumo se animaba, que el turismo iba viento en popa. Pero los ciudadanos percibían otra: un mercado laboral inhóspito, sueldos cada vez más bajos, una carencia casi absoluta de financiación para emprender negocios o simplemente para salvarlos. Y en medio de ese magma, un Estado con menguante interés en proteger a sus ciudadanos más desvalidos y con una clamorosa desgana a la hora de perseguir algunos casos de corrupción.

Sin embargo, da la impresión de que las cosas se hayan torcido sólo de unos días a esta parte. Como si las tendencias de fondo de la economía pudiesen cambiar de repente. Y, claro está, al Gobierno le ha faltado tiempo para encontrar un culpable. El mismo, por cierto, que el PP no aceptó cuando la bomba de la crisis le explotó a Zapatero entre las manos: el contexto internacional. Si entonces se señaló con insistencia al estallido de la burbuja financiera, los responsables son ahora nuestros grandes socios europeos, que tiran menos de la recuperación.

Y es verdad que el panorama se ha ensombrecido en Francia, en Alemania, en Italia y en menor medida en Portugal. Entre otros motivos, por el absurdo cruce de sanciones con Rusia a raíz del conflicto en Ucrania, que ha sido un auténtico tiro en el pie para la Unión Europea. Ahora bien, el sector exterior representa sólo una parte del PIB español, y no la mayor. El grueso corresponde a la demanda interna; es decir, al consumo y la inversión, que no mejorarán lo suficiente mientras haya empleo de baja calidad, sueldos de miseria y esta falta de crédito tan desesperante.
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