domingo, 27 de septiembre de 2015
domingo, 20 de septiembre de 2015
jueves, 17 de septiembre de 2015
- EL JUEZ AGRADECIDO AL PP.
El juez agradecido.
El magistrado de la Audiencia Nacional Enrique López ha perpetrado un escrito en el que tiene “el honor de informar” que no piensa abstenerse como miembro del tribunal que juzgará el caso Gürtel pese a estar recusado por cuatro acusaciones populares y cuestionado además por la Fiscalía Anticorrupción. Sobre el rigor formal del juez López baste decir que el escrito original de 18 folios contenía, aparte de múltiples ironías y displicencias, más de cincuenta erratas y faltas de ortografía (“vallamos por partes”, anunciaba en la página 5). Adjudicado el despropósito un día después a “un error informático” (como hizo Ana Rosa Quintana con aquel famoso plagio), vayamos entonces al fondo del asunto.
- Admite López su parentesco con Miguel Hernán Manovel García, quien fuera directivo y mano derecha del empresario José Luis Ulibarri, imputado en el caso Gürtel. Le hace hasta gracia a López este motivo para dudar de su imparcialidad. Manovel está “felizmente casado con mi única hermana, lo cual lo convierte en mi cuñado”, escribe el juez. Y él mismo decide que ese parentesco “no genera ningún tipo de perjuicio, inclinación personal o predisposición hacia lo que es el objeto del presente proceso” por la sencilla razón de que Ulibarri está imputado en la pieza principal de la Gürtel, pero no en la que López se dispone a juzgar en calidad además de ponente. “Más allá de la persona de mi cuñado”, sostiene López que no tiene “relación alguna” con el empresario. ¿Dudas sobre la imparcialidad del juez? ¡Por favor!
- Admite López su relación con FAES, fundación financiada por el Partido Popular, que es parte de la causa que se juzga como presunto “partícipe a título lucrativo”. Reconoce haber cobrado de FAES desde el año 2003 “11.102.26 euros netos”, y aprovecha López para insinuar que si tuviera un precio, sería más alto. “Las cuantías recibidas mal pueden generar interés alguno en este Magistrado”, escribe. ¿Dudas sobre la imparcialidad por 11.000 euros? ¡Por favor, usted no sabe con quién está hablando!
- Admite López “naturales sentimientos de agradecimiento” hacia el Gobierno y hacia el PP por haber sido nombrado vocal del Consejo General del Poder Judicial y más tarde magistrado del Tribunal Constitucional (del que dimitió tras ser detenido conduciendo su moto borracho y sin casco). Recuerda López la obviedad de que su designación fue cosa del Senado y tuvo el apoyo de PP y PSOE, aunque olvida que la renovación del TC estuvo bloqueada durante años precisamente porque el PP se empeñó en proponer a López pese a que no contaba con los años suficientes en la carrera judicial para acceder al cargo. En cualquier caso López sostiene que ser “agradecido” con el PP no le afecta a la hora de juzgarlo como presunto responsable civil en el caso Gürtel. ¿Dudas sobre su imparcialidad? ¡Bobadas!
- Admite López que algunos de los acusados en la causade la que será ponente si la Audiencia Nacional no le obliga a apartarse votaron precisamente esos nombramientos por los que está tan agradecido. De hecho va tan sobrado López quereprocha a la Fiscalía haberse olvidado de que también Ana Mato participó en el consejo de ministros que le aupó al TC. López presentó su escrito horas después de que infoLibre publicara ese dato sobre la exministra, imputada en la Gürtelcomo presunta partícipe a título lucrativo. Para que a nadie se le escape, López escribe en negrita: “que los acusados en este procedimiento y los partícipes a título lucrativo (Partido Popular y Ana Mato) puedan resultar condenados o absueltos me es absolutamente indiferente”. ¿Dudas sobre la imparcialidad? ¡Lo juro sobre el casco de la moto!
El sarcasmo que exhibe Enrique López, y que sólo abandona al final de su escrito para declararse víctima de “mofas e injurias”, no debe desviar la atención sobre la absoluta gravedad del asunto. El verdadero sarcasmo consiste en que cuatro acusaciones y la fiscalía tengan muy serias dudas sobre la imparcialidad del juez mientras Ricardo Galeote, uno de los 42 acusados que se sentarán en el banquillo, proclama en otro escrito la “imparcialidad” tanto de López como de la otra jueza recusada, Concepción Espejel (‘Concha’ para María Dolores de Cospedal ). El mundo al revés.
El artículo 24.2 de la Constitución establece el derecho a un juez imparcial como una garantía fundamental. La jurisprudencia del propio Tribunal Constitucional determina la necesidad de una exquisita apariencia de imparcialidad para que un proceso judicial se celebre con todas las garantías. El problema una vez más no está en las leyes sino en su aplicación. El Gobierno y el PP llevan dos semanas justificando su reforma urgente del TC en la repentina necesidad de parecernos a lo que se hace en Alemania y Austria. ¿Alguien puede imaginar que en Alemania o Austria el mayor caso de corrupción que afecte al partido en el poder pueda ser juzgado por un magistrado tan “agradecido” con el partido en el poder? Sería tanto como pensar que en EEUU aún puede llegar al Supremo un juez capaz de comparar el matrimonio homosexual con "la unión entre un hombre y un animal"
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domingo, 13 de septiembre de 2015
domingo, 6 de septiembre de 2015
- LA XENOFOBIA DEL PP.
De la foto de Aylan ahogado a la de Albiol.
Pasar de la foto de Aylan ahogado en la orilla de la playa a la de Xavier García Albiol en la página siguiente produce estos días una punzada de dolor en el estómago a algunos.
¿Es oportuno mantener en primer plano al ex alcalde de Badalona, tan identificado con el racismo por quienes le adoran y por quienes le desprecian? En Génova están eufóricos. Los sondeos internos confirman lo que vienen anunciando todas las encuestas publicadas: que están en la senda de una firme recuperación de sus votantes.
Las armas de Rajoy: a más lío en Catalunya mejor para el PP en las generales, la mejora de la economía y ¡qué vienen los inmigrantes a quitarnos trabajo! Por eso sigue sirviendo Albiol.
Pasar de la foto de Aylan ahogado en la orilla de la playa a la de Xavier García Albiol en la página siguiente produce estos días una punzada de dolor en el estómago a algunos. A otros les deja indiferentes. Por ahora. El candidato del PP a la Generalitat es conocido dentro y fuera de Catalunya por sus declaraciones xenófobas. Sin vergüenza, alardea de lo qué hay que hacer con la inmigración. Él defiende que verbaliza lo que otros muchos no se atreven. ¿Y en el PP qué piensan? ¿Sigue siendo oportuno mantener en un activo primer plano al ex alcalde de Badalona, tan identificado con el racismo por quienes le adoran y por quienes le desprecian? Lo único que cuenta ahora es que en Génova están eufóricos. Los sondeos internos confirman lo que vienen anunciando todas las encuestas publicadas: que caminan por la senda de una firme recuperación de sus votantes. Sus dos armas clave funcionan: la recuperación económica -que según su discurso se cargaría la izquierda del PSOE y la extrema izquierda de Pablo Iglesias- y la agitación del miedo al separatismo catalán. España se rompe y nosotros somos los únicos en evitarlo, por eso utilizamos hasta al Tribunal Constitucional, vocean los populares cada día. Sin pudor, sin importarles violentar la naturaleza jurídica de una de las máximas instituciones del país. Los asesores de Rajoy están seguros de que el presidente volverá a gobernar, aunque sea en minoría -más holgada de lo que parece- y con un Ciudadanos que se desinfla. A no ser que le estalle entre las manos un conflicto tipo Guerra de Irak o Prestige.
¿Podría ser la crisis migratoria la china en el zapato electoral de Rajoy? Méritos tiene este Gobierno para ello. Al descarado hecho de que la candidatura a la presidencia de la Generalitat la encabece un señor que ha realizado su carrera gracias a sus políticas y opiniones xenófobas, se añade la miserable actitud del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con respecto a la cuota de reparto de los inmigrantes. Acoger a dos mil personas de la crisis migratoria y humanitaria más grave en Europa desde la II Guerra Mundial, es mucho para España, que tiene una elevada tasa de paro, argumentó Fernández Díaz. (Unos parados a los que, por cierto, su Gobierno va dejando cada día sin ninguna cobertura).
Puede que influya el que Angela Merkel haya pillado con el pie cambiado a Rajoy. La primera ministra alemana ha puesto en un aprieto al español y a su Gobierno al transformarse de demonio anti-inmigrantes -aquellas lágrimas de la niña palestina- a ángel y madre acogedora de los refugiados que huyen de las guerras. Merkel se aferra a esa distinción falaz, pero legal. A los refugiados políticos les ampara la legalidad internacional. Los económicos son de segunda categoría, inmigrantes parias del mundo. Para los gobiernos, las razones históricas de la pobreza de sus países de origen no son asunto.
Pero recojamos el hilo. La señora Merkel puso tan en evidencia a su amigo Mariano en esa jornada de trote corto por las sendas alemanas, que el presidente español se vio obligado a admitir, no sin cierta resistencia mohína, que se pueden revisar las cifras de acogida de España. Luego llegó el detalle del ultraderechista primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que en su brutal discurso a la Unión Europea, espetó que solo España y Hungría estaban cumpliendo el papel de tapar agujeros en la frontera como era debido. Que comparación tan real, pero qué tristeza.
Será el cambio de la actitud de Merkel y la vergonzante mención -para los españoles- de Viktor Orbán los que lleven a Rajoy a matizar sus posiciones con respecto a esta crisis humanitaria. Mucho más que la solidaridad de los españoles que le ha desbordado; de los movimientos ciudadanos, de nuevo muy por delante de los políticos. Los alcaldes de las iniciativas populares abren sus puertas y los presidentes autonómicos dan un paso al frente para acoger refugiados, aunque cualquier analista demoscópico y político sabe que la política internacional no influye electoralmente. O qué un exceso de apertura de mano en acoger a refugiados será utilizado por Rajoy como tercer arma electoral. La derecha siempre se sirve del inmigrante que nos roba el trabajo. ¿Chirría igual en las conciencias de los votantes la foto del niño Aylan ahogado en la playa con el rostro de Albiol como líder del renovado PP? Seguramente no, al contrario, Albiol recuerda que en caso de necesidad, habrá mano dura contra los emigrantes.
Frente a la solidaridad, los populares airearán la caridad católica, como es habitual. Una caridad mucho más fácil de ejercer allá por el 20 de diciembre, probable fecha de las Elecciones Generales, cuando la paga de Navidad pese ya en el bolsillo. Para entonces, quizá la crisis migratoria haya agotado la conciencia europea y Aylan sólo sea una niña cerillera de Christian Andersen, que consume el último fósforo mirando el pavo devorado por una familia feliz, a través de un cristal escarchado.
No equivocarse, la familia no tiene por qué ser solo de derechas
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