domingo, 24 de febrero de 2013
- PROHIBIDO ENFERMAR.
No controlan el absentismo, sino que confiscan tres días de paga.
En la letra pequeña de la crisis se ha incluido una cláusula nueva contra todos aquellos “privilegiados” que todavía conservan su puesto de trabajo: queda prohibido terminantemente enfermar. El mismo Gobierno que nos pide que no generalicemos en los casos de corrupción, generaliza respecto al absentismo de los trabajadores y pasa a considerarnos masivamente a todos, y especialmente a la función pública, unos seres abusones que mienten sobre su estado de salud y que engañan a la Administración.
Según la nueva normativa, durante los tres primeros días de la baja laboral de cualquier funcionario, se le descontará el 50% de su salario y después hablamos. Incluso, con un sentido del humor un tanto siniestro se nos explica que están exentos de estos descuentos las enfermedades profesionales que se adjuntan en una lista y, que en el caso de los docentes y de otros muchos funcionarios, son…¡ninguna! Alguien debió pensar que era un chiste gracioso.
En la localidad sevillana de Camas han instalado en la sala de profesores una camilla y un centro de recuperación para que los profesores enfermos puedan estar en el centro y no tengan que solicitar la baja médica. Con un gran sentido del humor, el portavoz del profesorado explica que se desplazan a su domicilio para recoger al enfermo y que le prodigan cuidados en el centro para que no pierda el salario de esos días.
Pero la broma tiene un lado macabro y supone otra humillación más a la función pública a la que tanto parece odiar este Gobierno. La excusa para estas medidas es contener el absentismo laboral en el sector público, pero la realidad es simplemente un recorte atroz de la sanidad pública, un impulso depredador de los salarios y un himno a la injusticia que pagarán no los absentistas, sino los buenos funcionarios que no faltan más que cuando no pueden con su alma.
Todos conocemos los nombres y apellidos de los absentistas habituales en nuestros centros de trabajo quienes, por cierto, no reciben la más mínima amonestación por la inspección laboral y son consumados maestros en el arte de justificar sus ausencias. Su tabla de asistencias es un colador visible a gran distancia. Hubiera sido realmente fácil controlar este absentismo descarado pero, ay, se me olvidaba que no se trata de eso, sino de evitar el uso de la sanidad, desprestigiar la función pública y confiscar tres días de paga.
Por eso últimamente podemos ver profesores con gripe impartiendo clase y microbios a partes iguales; bomberos que resisten un esguince a duras penas; médicos que operan con una fuerte cefalea; administrativos que resuelven complicados expedientes en medio de una crisis lumbar. Ya sé que en el sector privado las cosas no transcurren de una forma distinta. El terror a ser despedido es el desincentivador más potente para faltar por enfermedad. Todos saben que cualquier baja laboral, por muy justificada que esté, será una prueba en contra para cualquier renovación de contrato.
La Administración exhibe con orgullo el descenso del absentismo laboral, pero empieza a ocultar con celo el estado sanitario de la población. Una sociedad que prohíbe estar enfermos a sus trabajadores, soportará a medio plazo un costo sanitario y social duplicado, nos advierten los especialistas en salud pública.
Las enfermedades se harán más persistentes, de más difícil y costosa curación; la detección temprana de enfermedades descenderá de forma vertiginosa; la automedicación se disparará y nuestro índice de mortalidad subirá sin que nadie nos explique los motivos.
La Administración presiona a los profesionales para que la estancia hospitalaria sea lo más corta posible y se dan altas precipitadamente con tal de ahorrar unos euros. La información sobre las listas empieza a estar más maquillada que una actriz de opereta, mientras nuestros gerifaltes sustituyen el derecho a la salud y la calidad del servicio sanitario por “la rentabilidad” en cuyo altar alzan este gigantesco ERE contra los enfermos y esta enésima patada en el culo de la función pública.
sábado, 23 de febrero de 2013
- EL PP RECURRE POR 3ª VEZ LA SUBASTA DE MEDICAMENTOS EN ANDALUCÍA.
El Gobierno se obceca con la subasta de fármacos y recurre por tercera vez.
El Consejo de Ministros plantea un nuevo conflicto de competencia sobre el concurso andaluz.
Algunos principios activos sacados a licitación por la Junta de Andalucía. / JULIÁN ROJAS
fármacos se ha convertido en una larga partida de ajedrez entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central. Cada parte se lo piensa mucho antes de mover una ficha y estudia todas las opciones que tiene para lograr su objetivo: por parte del Ejecutivo andaluz, sacar a licitación pública la mitad de los medicamentos que se prescriben en la comunidad para conseguir ahorrar hasta 200 millones de euros al año; por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, frenar la iniciativa andaluza al entender que invade competencias estatales. La partida dura ya más de un año y este viernes le tocó mover ficha al Gobierno central, que acordó recurrir ante el Tribunal Constitucional la subasta andaluza por tercera vez.
El Consejo de Ministros acordó plantear un conflicto de competencia sobre la resolución dictada el 20 de diciembre por el gerente del Servicio Andaluz de Salud mediante la que se convocó la segunda subasta de fármacos. Es la misma fórmula que eligió el Ejecutivo para recurrir el concurso andaluz por primera vez, en marzo de 2012. El alto tribunal suspendió cautelarmente la subasta, pero levantó el veto tres meses después y el Gobierno volvió a intentarlo, esta vez presentando un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto ley que regula la subasta. Y se repitió el guión: el tribunal suspendió el concurso de forma cautelar y levantó la suspensión meses después.
Los argumentos esgrimidos por el Consejo de Ministros inciden en los empleados en las dos ocasiones anteriores: la subasta establece, según el Ejecutivo, “un mecanismo de financiación y fijación de precios y de selección de los medicamentos a dispensar por las oficinas de farmacia no previsto en la normativa básica estatal”. Según el Gobierno, la iniciativa andaluza, además, tiene como “consecuencia inevitable” una reducción de la oferta de fármacos financiados por el SAS respecto a los financiados en el resto del Estado. “Con ello se están vulnerando, por una parte, las competencias estatales en relación con la legislación farmacéutica al establecer previsiones específicas sobre la prescripción de medicamentos careciendo de competencias para ello”, asegura el Gobierno.
El Ejecutivo sostiene también que la subasta “puede incidir de manera directa e inmediata” en la salud de los andaluces porque no podrán acceder a determinados fármacos. La Consejería de Salud siempre ha rechazado este argumento porque, asegura, los fármacos genéricos han demostrado tener una eficacia similar a los de marca y, en cualquier caso, los médicos andaluces pueden seguir prescribiendo cualquier medicamento si consideran que a un paciente le va a resultar más beneficioso uno que haya quedado fuera de la subasta.
Según lo aprobado por el Consejo de Ministros, el Gobierno va a pedir al Constitucional que vuelva a suspender cautelarmente la subasta. El alto tribunal tiene que decidir si admite o no a trámite la impugnación del Ejecutivo, así como la medida cautelar. Lo habitual es que el tribunal admita a trámite y suspenda cautelarmente cuando la impugnación la presenta el Gobierno, si bien es cierto que el caso que ahora tiene sobre la mesa es insólito al suponer la tercera impugnación de una misma medida autonómica y teniendo en cuenta que el Constitucional ya ha dado argumentos para levantar las dos suspensiones anteriores.
El SAS adjudicó la segunda subasta de fármacos el pasado 1 de febrero. Sacó a concurso 330 principios activos, entre otros, antihipertensivos, antidepresivos, antidiabéticos orales y tratamientos contra la osteoporosis. Muchos de los medicamentos ofertados quedaron desiertos y la intención del SAS es convocar con ellos un nuevo concurso, aunque ahora tendrá que esperar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
ElPaís.com
domingo, 17 de febrero de 2013
sábado, 16 de febrero de 2013
- LA SUERTE ESTÁ ECHADA.
La credibilidad de Rajoy era escasa y la ha consumido a velocidad récord.
Cada día que pasa parece más obvio que Mariano Rajoy no puede continuar siendo presidente del Gobierno. Dispone de una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, pero su palabra carece de todo valor. No puede, en consecuencia, dirigir políticamente el país, porque no puede dirigirse a los ciudadanos y explicarles qué es lo que está pasando y qué piensa hacer para superar la situación de emergencia en que nos encontramos. Y en esto, precisamente, es en lo que consiste gobernar en democracia.
La credibilidad de Mariano Rajoy nunca ha sido alta. Ha sido, con diferencia, el candidato a la presidencia del Gobierno con menos credibilidad desde el comienzo de la Transición. El depósito de credibilidad con que ha llegado al Gobierno ha sido mucho más reducido que el de todos sus predecesores, a pesar de que la mayoría que le dieron los ciudadanos en las urnas parece que podría indicar lo contrario, ya que ha sido la segunda mayor en la historia de la democracia.
En todas las elecciones anteriores a la del 20-N de 2011 ha habido una correspondencia entre el resultado de las urnas y la credibilidad del candidato a la presidencia del Gobierno. Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero tenían una credibilidad elevada entre los ciudadanos en el momento de la investidura. En las últimas elecciones no ha sido así. Los ciudadanos dieron una mayoría parlamentaria enorme a un candidato respecto del que tenían muchas dudas del uso que podía hacer de la misma.
Esa falta de correspondencia inicial entre resultado electoral y credibilidad presidencial no ha hecho más que aumentar desde casi inmediatamente después de la investidura. El depósito inicial de credibilidad de Mariano Rajoy era reducido, pero la velocidad a la que lo ha vaciado no tiene precedentes. Ninguno de los presidentes anteriores se ha encontrado, al año de estar en La Moncloa, en la situación en la que se encuentra Mariano Rajoy. La luz ámbar indicando que el depósito de gasolina está en reserva se encendió hace ya algún tiempo.
Y en estas llegó Bárcenas. El affaire Bárcenas es grave en sí mismo. Pero lo que lo convierte en un asunto políticamente inmanejable es el hecho de que ha destruido la presunción de veracidad de la palabra del presidente del Gobierno de manera prácticamente irreversible. Es verdad que la contabilidad de Bárcenas, al tratarse de una fotocopia, puede que no alcance la categoría de prueba susceptible de destruir la presunción de inocencia en un proceso penal, pero no lo es menos que toda la información que se va publicando le otorga una enorme presunción de veracidad ante el tribunal de la opinión pública, que es el relevante para la responsabilidad política.
Estoy convencido de que la mayoría de los españoles, entre los que me incluyo, preferiríamos dar por buena la palabra de Mariano Rajoy ante la dirección del PP el pasado sábado de que “todo es falso”. Pero no podemos. Sin faltarnos el respeto a nosotros mismos, no podemos hacerlo.
El “todo es falso” ha puesto a Mariano Rajoy en una posición insostenible como presidente del Gobierno. Ha perdido de hecho la facultad de nombrar y destituir libremente a los ministros, como los casos de Ana Mato y de Cristóbal Montoro están poniendo de manifiesto. Ha tenido que hacer perder la imparcialidad al presidente de Congreso de los Diputados, forzándole al alterar las reglas para la celebración del debate del estado de la nación. Está lesionando el derecho a recibir y transmitir información veraz por los medios de comunicación al no admitir preguntas de los periodistas. Está insultando la inteligencia de los ciudadanos con la explicación de Carlos Floriano de que el pago de las cuotas de la seguridad social al señor Bárcenas “es lo que se hace” y se ajusta a la ley.
Así no se puede seguir. Usted lo sabe, pero actúa fingiendo que no lo sabe, porque preferiría no saberlo. Pero lo sabe y debería actuar en consecuencia. Debería hacer suyas las palabras de la ministra de Educación de Alemania al presentar su dimisión acerca de la prelación del interés de país y del partido sobre el suyo personal.
Comprendo que poner fin a una trayectoria política de esta manera sea espantoso. Pero la alternativa es peor. Para usted, para su partido y para su país. Acuérdese de Nixon y el Watergate, que, dicho sea de paso, fue un asunto de no más envergadura que al que usted tiene que responder. Nadie puede gobernar, en democracia, cuando su palabra ha perdido todo valor y cuando, en lugar de ir al encuentro de la ciudadanía, se tiene que huir de ella. Su suerte, señor Rajoy, como presidente del Gobierno, está echada.
JAVIER PÉREZ ROYO 16 FEB 2013
lunes, 11 de febrero de 2013
- EL DESPIDO DE RATZINGER.
Dios despide al Papa de manera fulminante
LO SUSTITUIRÁN POR UN PONTÍFICE MÁS ECONÓMICO.
El Vaticano ha emitido un comunicado hace pocas horas informando de que Dios ha decidido prescindir de Joseph Ratzinger. El Todopoderoso ha anunciado el despido con un mes de antelación, por lo que éste no se ejecutará hasta marzo. El cese se debe “a las extraordinarias dificultades económicas que atravesamos” y a Ratzinger solo se le pagarán 21 días por año rezado.
Joseph Ratzinger, que no ha trabajado nunca para otra religión, no ha precisado si recurrirá el despido objetivo. Fuentes del Vaticano dudan que esto tenga sentido: “Es difícil que Dios pueda equivocarse y si Él quiere declarar pérdidas en cuanto a almas salvadas se refiere, es difícil contradecirle”, en palabras del padre Almunia, importante teólogo de la Curia Vaticana. Otros miembros de la Santa Sede creen que su obsesión por Twitter habría llevado a Ratzinger a descuidar su hoja de ruta.
El Papa, quien ha sido el primero en anunciar el fin de su pontificado, ha lamentado la “forma dantesca” que ha elegido el Creador para comunicarle su cese. “Se me ha aparecido un contrato en llamas, como el arbusto de Moisés, y ha empezado a divagar sobre la crisis hasta que me ha dicho lo del despido”, ha explicado. El Santo Padre hubiera preferido que se le apareciera “en carne y hueso” para decírselo cara a cara y no mediante providenciales apariciones, especialmente “tras tantos años de estrecha colaboración”.
“¡Yo rechacé ofertas de Mahoma para venirme al Vaticano porque me hacía ilusión vestir el blanco y sentía los colores!”, ha insistido el aún Pontífice antes de finalizar su comunicado, y preparando ya su caja de cartón llena de efectos personales. Pese a todo, ha admitido que las palabras del Señor no han sido una sorpresa “porque hace días ya vi un anuncio en Infojobs.com donde se buscaba a un pontífice a tiempo parcial y pensé que podía ser para sustituirme”.
Nueva trayectoria en solitario
“En realidad me han hecho un favor. La verdad es que quería dejarlo hace tiempo y esto es una oportunidad. Estoy contentísimo, de verdad”, explicaba Ratzinger entre risas nerviosas. Fuentes cercanas aventuran que el Papa planea seguir trabajando para el catolicismo por cuenta propia “sin jefes y sin horarios y aceptando solo los beatos que yo elija”. Al cierre de la edición, ha podido saberse que ya ha aceptado una oferta de Pedro J. Ramírez para empezar a trabajar como columnista en el diario El Mundo.
ELMUNDOTODAY.COM
domingo, 10 de febrero de 2013
- PROSCRITOS, PRESCRITOS.
El sistema ha dado un mensaje definitivo de error, y es el momento de reiniciarlo si no queremos que sea el populismo antipolítico y antidemocrático el que recoja la indignación popular.
CONCHA CABALLERO 9 FEB 2013
Después de tanto engaño es muy difícil creer en nada. Después de haber escuchado centenares de veces las mismas declaraciones de inocencia, los mismos compromisos de transparencia, las palabras se vuelven irritantes. Cuando la vida se ha hecho tan dura que nos ha convertido a todos en testigos de dramas sociales, es muy difícil creer en nada, ni siquiera en la justicia.
Durante años he discutido con amigos y compañeros sobre el papel de los políticos y su honradez. La tesis del garbanzo negro se ha ido volviendo cada vez más difícil de mantener en la medida que se daban a conocer nuevos casos e imputaciones. A estas alturas hay demasiados fallos en los sistemas de control y de detección del robo del dinero público y casi completa impunidad de los delitos económicos. Demasiados garbanzos negros en la olla, tantos como para preguntarse si no será mejor empezar de nuevo el guiso.
Al parecer, en nuestro país existen dos clases de delitos: los que comete la gente corriente y los que cometen sus élites financieras, empresariales o políticas. Los primeros van a la cárcel; los segundos van a un limbo jurídico que se llama prescripción, que no supone declaración de inocencia pero que sabe a gloria a quienes la disfrutan. La indignación popular puede multiplicarse por 100 si, tal como dicen juristas muy reconocidos, la mayoría de los casos acabarán prescritos y archivados. Una gran parte de la trama Gürtel, la supuesta financiación ilegal del PP, los conocidos sobresueldos, los regalos recibidos, los millones de Bárcenas y la mayor parte de las imputaciones a Urdangarin navegarán por los mares del olvido en un tiempo no muy lejano, archivados en el estante de cualquier juzgado.
La justicia o injusticia de las leyes se comprueban en su aplicación. En el caso de los delitos económicos ha quedado absolutamente demostrado que suelen descubrirse cuando están próximos a prescribir. A ello se suma que su investigación es larga y complicada y que jueces, fiscales e inspectores se enfrentan, casi inermes, a un escuadrón de abogados especializados en ingeniería financieras. ¿Por qué prescriben, entonces con tanta rapidez? ¿Por qué, en el caso de la financiación ilegal de los partidos políticos, el delito prescribe casi con la rapidez del rayo?
No es posible que nuestro sistema político no esté al corriente de esto, ni que actúe ingenuamente. ¿Cómo es posible que los mecanismos diseñados para controlar a las fuerzas políticas, procedan de ellas misma y actúen, solo y exclusivamente, comprobando los estados financieros que los propios partidos les facilitan? ¿Cómo no se ha reformado el Tribunal de Cuentas, tras sus fracasos estrepitosos en el control financiero de las fuerzas políticas?¿por qué se mantiene el escándalo de la prescripción de estos delitos?
Por si faltara algún ingrediente a este infame cocido, se acaba de conceder una amnistía fiscal capaz de anular todo tipo de delitos contra la hacienda pública, por mucho que el ministro Montoro se esfuerce en disimularlo.
Puede resultar que la mayor condena de corruptos, defraudadores, blanqueadores de dinero, aprovechados y ladrones, sea ver su nombre publicado en la plaza pública o realizar con garbo el humillante paseíllo ante los tribunales. Aunque los que han decidido pasar al lado oscuro no tienen la piel tan fina como la ciudadanía indignada y son incapaces de sentir vergüenza porque creen que todo se olvida, todo se cura, menos el dinero que permanece a su lado.
Por eso, mientras todo esto continúe, mientras se ampare jurídicamente a los corruptos, mientras trabajen en las sedes los imputados y se tema pronunciar el nombre de los delincuentes, no deberían volver a pronunciar frases como “caiga quien caiga”, “llegaremos hasta las últimas consecuencias” o “recaerá todo el peso de la ley”, porque nadie cae, no hay consecuencias y el peso de la ley es muy ligero. El sistema ha dado un mensaje definitivo de error, y es el momento de reiniciarlo si no queremos que sea el populismo antipolítico y antidemocrático el que recoja la indignación popular y la convierta en una flor negra
viernes, 8 de febrero de 2013
- CENSURA EN CARNAVAL.
La policía registra camerinos y examina el disfraz de una chirigota de Cádiz crítica con los recortes.
La chirigota Los Recortaos denuncia presión de la policía local justo antes de cantar en las semifinales del Falla, según ha contado Canal Sur TV y han confirmado otros periodistas en Cádiz. Sus integrantes aseguran que agentes locales examinaron incluso las pancartas que iban a sacar en el escenario.
Ocurrió en semifinales del gran teatro Falla. La chirigota Los Recortaos, que se caracteriza por sus letras reivindicativas, denuncia que la policía local les registró a la entrada, examinó sus pancartas y los identificó antes de entrar en el concurso.
El informe policial, según Canal Sur, asegura que sólo controlaron la entrada de personas ajenas a la agrupación que pudieran boicotear la actuación, ya que en al final de su actuación, como se ve en el vídeo, aparecen personas en el escenario para completar la parte final de su actuación crítica con los recortes sociales.
domingo, 3 de febrero de 2013
- CASTIGO A LA CORRUPCIÓN.
La virtud ciudadana.
Las encuestas no dejan lugar a dudas. Los ciudadanos son conscientes de que la corrupción es un problema gravísimo, casi atávico, de la política española. Llegan incluso a exagerarla con generalizaciones del tipo “todos los políticos son unos corruptos” que, obviamente, son falsas. Pero lo más curioso, si uno lee atentamente los sondeos de opinión que publican los periódicos, es que el castigo electoral a los partidos en los que se producen más casos de corrupción no se corresponde con la indignación que muestra la sociedad ante ese tipo de actitudes inmorales e ilegales. Incluso hoy, con el que probablemente sea el mayor caso de corrupción de la democracia que afecta a la práctica totalidad de la cúpula del partido en el gobierno, los españoles seguirían votando mayoritariamente al PP. La merma de apoyo electoral es importante, de eso no hay duda, pero no todo lo que se podría esperar de una sociedad que realmente detestase la corrupción.
En ocasiones los ciudadanos tendemos a culpar con demasiada facilidad al otro de nuestras propias miserias. Nos descargamos de una responsabilidad que, al menos en parte, nos pertenece. Parece evidente que urge un movimiento de regeneración democrática que transforme el qué y el cómo de los partidos políticos y que introduzca en la práctica de los representantes públicos criterios de ética y de honradez. Resulta insoportable la actitud de los partidos, especialmente de los dos principales, en lo que concierne a la corrupción y a la sensibilidad ante los problemas que más afectan a los ciudadanos. Pero difícilmente se puede conseguir tal objetivo si los cambios que le exigimos a la clase política no se producen también en la propia sociedad.
No se trata solo de desterrar de una vez por todas esa tendencia hispana hacia la picaresca que se traduce en la sempiterna pregunta “¿con IVA o sin IVA?”. Con ser importante, no es lo fundamental. Se trata también, y sobre todo, de castigar a quien utiliza la política como un medio que responde a un fin exclusivamente privado. Lo ocurrido en los últimos años en Valencia o en algunas zonas de Galicia, donde la corrupción y el caciquismo estaban a la orden del día y eran actitudes conocidas por cualquiera con un mínimo de información, no es solo culpa de los políticos de esos territorios. La sociedad no ha querido castigar en las urnas unas prácticas corruptas que, al menos durante un tiempo, fueron sinónimo de éxito. Y restar responsabilidad a los ciudadanos no ayuda a construir una sociedad mejor.
Algo similar a lo que está ocurriendo hoy en España sucedió en los noventa en Italia. El proceso Manos Limpias se llevó por delante a una clase política trufada de corruptos e hizo desaparecer a la práctica totalidad de las formaciones políticas italianas, incluido el que había sido el partido hegemónico desde la postguerra: la Democracia Cristiana. Pero lejos de la esperada regeneración democrática, a lo que asistieron los italianos fue al advenimiento del berlusconismo político. Berlusconi era sinónimo de éxito empresarial y los italianos le confiaron el destino de su país como si se tratara de una más de sus empresas. Dos eran los razonamientos de sus votantes: o bien se consideraba que un multimillonario no tenía la necesidad de ser corrupto o se admitía la corrupción como un efecto secundario sin importancia de la medicina del éxito económico.
¿Puede ocurrir en España lo mismo que en Italia? No necesariamente. Nuestra historia y nuestra cultura política (si es que algo de eso hay en España) tienen poco que ver con las de la Italia de los noventa. Pero no está de más prevenirse ante esos males. Y para ello, además de exigirles a los políticos que sean honrados, es necesario poner en valor un concepto que, como todos los conceptos importantes, viene del mundo griego: la virtud ciudadana. Virtud es no votar a quien no tiene una ética intachable. Virtud es preocuparse más por lo público –la sociedad- que por lo privado –el individuo-, y obrar en conciencia. Virtud es informarse de lo que sucede en las instituciones para poder escoger a quienes nos deben gobernar y expulsar a quienes nos gobiernan mal. Al fin y al cabo en democracia somos los ciudadanos los que les damos auctoritas a los políticos; los que les concedemos la legitimidad necesaria para organizar la convivencia. Y del mismo modo somos nosotros quienes podemos retirarles esa legitimidad en las urnas. No vale responsabilizar solo a los políticos de lo que, al menos en parte, es culpa nuestra. Ojalá los casos de corrupción a los que estamos asistiendo en los últimos tiempos sirvan al menos para crear ciudadanos más responsables que impidan que lo que está sucediendo en España vuelva a ocurrir.
Xabel Vegas. Publico.es
- 20 PREGUNTAS A RAJOY QUE NO PUDO HACERSE.
20 preguntas sobre el 'caso Bárcenas' que Rajoy no nos ha dejado hacerle.
Un discurso pronunciado con semblante serio mientras estaba arropado por la cúpula del PP. Como se supo este viernes y se confirmó este sábado, Rajoy no aceptó preguntas de la prensa tras su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional del partido. Tampoco ofreció el discurso ante los medios de comunicación allí acreditados, que pudieron seguirlo en una pantalla de televisión instalada en la sala de prensa de la sede popular.
Sin mentar a Bárcenas, el presidente del Gobierno aseguró que todo lo que se le ha atribuido en los últimos días —cuando su nombre apareció en la supuesta contabilidad B del extesorero del PP publicada en El País— "es falso. Nunca he recibido ni repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna otra parte", ha manifestado.
Tras concluir su discurso, en 20minutos hemos protestado conun celo en la boca porque no se ha permitido a los medios allí presentes en la sede del PP hacer ninguna pregunta. En función a lo que el presidente del PP y del Gobierno ha dicho este sábado, estas son 20 de las cuestiones que se han quedado en el tintero y que a 20minutos le hubiera gustado preguntar:
Frase de Rajoy: "Todos los españoles —nos hayan votado o no— tienen el derecho a recibir la seguridad de que les gobiernan personas honradas e íntegras".
Pregunta 1: ¿Por qué ha tardado entonces, como presidente del Gobierno, más de dos días en dar explicaciones?
Frase de Rajoy: "No voy a necesitar más que dos palabras: Es falso".
Pregunta 2: ¿Puede demostrar con documentos que lo publicado por medios como El País es falso?
Frase de Rajoy: "Nunca he recibido ni repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna otra parte".
Pregunta 3: ¿Y en blanco, se han pagado sobresueldos que posteriormente se declarasen a Hacienda?
Frase: "El PP nunca ha dado órdenes de abrir cuentas en un país extranjero".
Pregunta 4:¿Dispone de información que acredite públicamente esa afirmación?
Frase: "Si alguien piensa que, mediante el acoso, yo me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, tengo que decirle que se equivoca".
Pregunta 5: ¿Significa entonces que no va a dimitir, pase lo que pase?
Frase: "Cuando este partido ha detectado alguna irregularidad ha actuado".
Pregunta 6: ¿A qué irregularidad en concreto se refiere y cuándo se produjo?
Pregunta 7 ¿Por qué no ha mencionado el nombre de Luis Bárcenas, extesorero del PP y al que tanto ha defendido en el pasado?
Pregunta 8 ¿Cuáles eran las labores exactas de Bárcenas mientras fue tesorero del PP?
Frase: "No quisiera decirlo, pero me están obligando: yo ganaba más dinero como registrador de la propiedad que como político".
Pregunta 9: ¿Quién le está obligando, desde su partido o factores externos a él?
Frase: "Pretendo explicar como presidente del partido lo que de mí se dice y se me atribuye".
Pregunta 10: ¿Y sobre las demás personas del PP que aparecen en los documentos?
Frase: "La sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que cualquier español pierda la presunción de inocencia, no puede servir. Y en caso contrario, acabaremos viviendo en un país inhabitable".
Pregunta 11: Si es un indicio manipulado, ¿cómo es que algunos políticos del PP —Pío García Escudero, por ejemplo— han asegurado que lo que allí aparecía era cierto?
Frase: "Yo creo en la Justicia. Y seguiré trabajando para vivir en un país en que sean necesarias pruebas y tribunales para juzgar, sentenciar y condenar".
Pregunta 12: Su declaración es pública desde 2011, pero ¿piensa aportar pruebas correspondientes a los años en que Bárcenas era tesorero del PP?
Frase: "La semana que viene mis declaraciones de la renta estarán a disposición de los ciudadanos en la web de Moncloa".
Pregunta 13: ¿De qué año a qué año?
Pregunta 14 Si se trata de supuesto 'dinero negro' —que no se declara— ¿cuál es el objetivo entonces de hacer pública la declaración de la renta?
Frase: "No debemos permitir que los españoles, a los cuales les estamos pidiendo sacrificios y renuncias, puedan tener la impresión de que no estamos a la altura del rigor ético más estricto y de la integridad más escrupulosa".
Pregunta 15: ¿Se siente legitimado para seguir gobernando a pesar de la sospecha y de la falta de credibilidad que se ciernen sobre su Gobierno tras la publicación de estos supuestos papeles?
Pregunta 16 ¿Qué hay de la responsabilidad política?
Frase: "Si alguien piensa que a este partido se le puede amedrentar con técnicas de agitación, se equivoca. Y desde luego, quiero dejar muy claro que este partido se va a defender".
Pregunta 17: ¿Han presentado ya las acciones legales correspondientes?
Pregunta 18¿Cuándo lo van a hacer?
Frase: "En este partido no se pagan cantidades que no hayan sido registradas en la contabilidad".
Pregunta 19: ¿Qué medidas piensa tomar en relación con la documentación de la UDEF que vincula a una ministra de su Gobierno, Ana Mato, con la trama Gürtel?
Frase: "Se ha provocado un escándalo de grandes dimensiones que por incluirme a mí alcanza a la presidencia del Gobierno".
Pregunta 20: Si se confirma que los documentos son ciertos, ¿estaría entonces dispuesto a dimitir como presidente del Gobierno y/o a convocar elecciones?
sábado, 2 de febrero de 2013
- NO NOS TOME POR TONTOS SR. PRESIDENTE.
Al parecer, el presidente del Gobierno pretende que los ciudadanos descarten, sin más análisis, el cúmulo de pruebas sobre la corrupción rampante en el seno del Partido Popular, sólo porque él proclama: “Es falso”. Él, que ha incumplido todas y cada una de sus promesas electorales; que ha negado la evidencia del rescate bancario llamándolo “línea de crédito sin condiciones”; que ha subido los impuestos, bajado las pensiones, financiado a la banca con dinero público y creado el banco malo; que ha recortado salarios, sanidad, educación, investigación, derechos civiles… y multiplicado el paro, la recesión y las desigualdades, cuando había dicho profesar todo lo contrario. Y ahora, con esos antecedentes, quiere que demos por buena su palabra, incluso cuando niega la evidencia.
Su alocución ante la cúpula del PP –incontestable, porque se negó a dar la cara ante la prensa– calificó como “la sombra de la sombra de un indicio manipulado” lo que en realidad son (y a la vista de todos están) cientos de anotaciones manuscritas, de puño y letra del, primero, gerente y, después, tesorero del partido, transcritas a lo largo de años y coincidentes con la documentación incautada a la trama Gürtel, y hasta confirmadas por varios de los allí citados. No sólo peritos calígrafos han certificado que Luis Bárcenas es el autor de esos asientos contables, sino que ni él mismo se ha atrevido a negarlo y ha aducido puerilmente que, al tratarse de fotocopias, esos “papeles” podrían haber sido falseados.