lunes, 2 de junio de 2025

- ARTÍCULO DE OPINIÓN. CUERPO A CUERPO.

 

Cuerpo a Cuerpo.

Javier Aroca

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1 de junio de 2025 21:15 h  Actualizado el 02/06/2025 10:56 h

 Feijóo ha decidido echar a los suyos a la calle, tomar las calles que otros ámbitos políticos ya los tiene tomados o prestados. Antes había contemplado la posibilidad de una moción de censura pero la realidad inestable del Parlamento lo ha hecho desistir, de momento. O quizá la opinión de José María Aznar le haya hecho andar otras vías, Aznar no ve la moción de censura, resignado a esperar, y sí un desgaste golpe a golpe, ni machadiano ni beso a beso, que eso sería una gran coalición felipera que no contempla. Solo quiere ganar y que sea con tal desgaste que no haya coalición alternativa que les impida gobernar.

La ofensiva de desgaste continúa día a día, filtración a filtración, instrucción a instrucción, bulo a bulo, torpeza a torpeza del PSOE. Mientras, el PP sigue firme en sus alianzas presentes y de futuro; en esto, el sueño de Feijóo es avanzar tanto que no necesite contar mucho con Vox. Por su parte, Aznar no pone reparos a decirlo ya a las claras, son hermanos descarriados: compartimos programa y objetivos con la extrema derecha. En realidad es lo mismo, solo que uno lo deja claro y el otro lo pretende ocultar.

La estrategia está muy consolidada en ciertos sectores, en ausencia de argumentos de los que de verdad afectan a la ciudadanía, pongamos que la economía. En economía, el PP no pretende entrar, le interesa más crear un malestar difuso que hace que la gente diga que está mal pero no sepa el porqué. Por eso, no debe extrañar que el Parlamento, la casa de la palabra, se haya convertido en un corral del guirigay en donde el ruido no deje ver.

A nadie debe sorprender que nunca se pregunte nada sobre economía, resaltada con cierta envidia entre nuestros socios europeos, al ministro del ramo, Carlos Cuerpo. En el PP rehúyen el cuerpo a Cuerpo, al mismo tiempo que se confiesan devotos partidarios de los gritos y algazaras y no del diálogo y la conversación pública sosegada que frecuenta el ministro.

En la manifestación estarán un presidente censurado por corrupción y otro que presidió un Consejo de Ministros que era una especie de mara aún hoy perseguida por la justicia

Entonces Feijóo huye y se va a la calle. Mafia o democracia. Gesticulación fuera del Parlamento, porque en él, donde el pueblo se sienta, ya se decidió una vez en una moción de censura, y se optó por democracia, mientras el interpelado y hoy registrador vagaba entre valores espirituosos.

Libres en la calle, como si esto fuera una democracia y no otra orgánica que muchos añoran en donde solo se podía manifestar uno sin palos en la Plaza de Oriente, un acto democrático para desdecir a los que en la concentración proclamarán como hace su dirigencia que estamos en una autocracia en España.

En ella estarán un presidente censurado por corrupción, rodeado de alguno de sus ministros protagonistas de la creación de grupos mafiosos dentro de las instituciones del Estado o a la sombra de éste; otro presidente, que presidió un Consejo de Ministros que era una especie de mara aún hoy perseguida por la justicia. Y muchos otros ministros y presidentas de comunidad autónoma incursos en mafias gubernamentales, ministros evasores o patrióticos de las profundidades del criptoestado, narcoamigos… otros no podrán asistir sin permiso penitenciario o judicial. Y un largo etcétera.

Si fuera verdad que se pronunciaran a cielo abierto en esa elección entre mafia y democracia en favor de la democracia, sería un momento feliz para la democracia. Sería una gran concentración de arrepentidos, la mayor.