jueves, 30 de octubre de 2014

- LOS ESCÁNDALOS FARMACÉUTICOS.

El otro escándalo silenciado en los medios: la industria farmacéutica.

Uno de los mayores escándalos existentes en el mundo económico-político de hoy es el comportamiento monopolístico de la industria farmacéutica, aprobado y subvencionado por la autoridades públicas (en teoría, representantes de la población), que protegen dicho monopolio a través de la asignación de las llamadas patentes, que garantizan la potestad a tal industria para inflar los precios de los fármacos. El argumento a favor de este privilegio es que la industria ha invertido enormes cantidades de dinero en la investigación de los productos farmacéuticos, una investigación que necesita ser pagada y retribuida, permitiéndole definir un elevado precio del fármaco, dándole, además, la exclusividad en la venta del producto, prohibiendo la aparición en el mercado de otros productos idénticos que hicieran la competencia a aquellos que tienen la patente. En consecuencia, la industria farmacéutica, altamente concentrada, es uno de los sectores con mayores beneficios existentes en el mundo de hoy.

Esta argumentación oculta varios hechos bien conocidos entre los expertos en la materia. Uno de ellos es que la mayor parte de la investigación que se realiza conducente a la producción del fármaco no ha sido financiada por la industria farmacéutica, sino por centros de investigación financiados públicamente. Se han publicado muchos estudios mostrando, por ejemplo, que la producción de los principales productos en venta en el sector farmacéutico de EEUU se basa en investigación básica financiada por los National Institutes of Health (NIH), los centros de mayor investigación sanitaria del gobierno federal de EEUU. Lo que hace la industria farmacéutica es utilizar esta información, aplicándola a la producción del fármaco. Esta investigación aplicada es una porción pequeña de todo el proceso de producción del fármaco. La mayor parte de los costes de producción no han sido, pues, sostenidos por la industria farmacéutica, sino por el erario público. En realidad, economistas que han estudiado el tema han recomendado que sean los mismos institutos de investigación médica (NIH) que realizan la investigación básica los que hagan la investigación aplicada, con lo cual se evitarían los elevados precios que la industria farmacéutica está exigiendo. Como señala Dean Baker, el Estado federal de EEUU se ahorraría mucho dinero si produjera él mismo los productos farmacéuticos, en lugar de tener que comprarlos a la industria farmacéutica.

Otro elemento ignorado, cuando no ocultado, es que un gran número de empresas farmacéuticas cargan como gastos de investigación gastos que no corresponden a esta categoría, como, por ejemplo, marketing. Y todavía peor, utilizan todo tipo de triquiñuelas para alargar la patente, declarando como productos nuevos productos con ligeras variaciones sobre el producto anterior.

La protesta mundial: la aparición de los genéricos

Esta situación está cambiando como resultado de la enorme movilización y protesta frente a este comportamiento. Como es lógico, la mayor protesta procede del mundo subdesarrollado, que no puede pagar los elevados precios de tales productos. Y algunos Estados, como el de la India, dicen, con razón, que la vida de sus ciudadanos es más importante que la acumulación de riqueza por parte de las empresas farmacéuticas. De ahí que sucesivos gobiernos de la India hayan indicado que en casos de vida o muerte, la ley internacional de patentes no debería aplicarse, una postura que encuentra una gran aprobación y resonancia en la mayoría del mundo donde la pobreza es una constante. Esta postura del gobierno indio se hizo altamente popular cuando dicho gobierno facilitó el desarrollo de una industria farmacéutica basada en genéricos que pudiera competir con las industrias con patentes, lo que ha forzado a la bajada de los precios.

El caso más conocido fue el de los fármacos necesarios para el tratamiento del SIDA, enfermedad que era mortal hasta que la utilización de los fármacos permitió salvar millones de vidas. Cuando tales medicamentos se introdujeron en el mercado, el coste anual del tratamiento por paciente era de 10.000 dólares, en el año 2000. Al año siguiente, en el 2001, el coste bajó en picado, pasando a ser de solo 140 dólares al año, y ello como resultado de la introducción de productos genéricos procedentes de la India, lo cual permitió salvar las vidas de los enfermos con SIDA que vivían en países subdesarrollados económicamente. Médicos Sin Fronteras calcula que el 90% de los 11 millones de enfermos de SIDA que viven en países pobres están vivos porque son tratados con medicamentos contra el SIDA que son productos genéricos, la mayoría de los cuales se fabrican en la India.

Ni que decir tiene que la industria farmacéutica utiliza todos los medios para parar la “invasión” del mercado por parte de estos genéricos. Y uno de dichos medios es tratar de influenciar a los Estados de los países más ricos, como el Estado federal de EEUU, para que se prohíban tales genéricos. El lobby de la industria farmacéutica en EEUU (PhRMA) gasta la friolera cantidad de 132 millones de dólares al año para comprar los votos de los congresistas clave, dentro del Congreso de EEUU, que tienen la responsabilidad de tomar decisiones sobre estos temas. Mike Ludwig (en su artículo “Big Pharma Lobbies Hard to End India’s Distribution of Affordable Generic Drugs”, Truthout, 10.10.14) documenta nombre por nombre quién recibe dicho dinero.

Una situación menos declarada, pero semejante, se da en los países de la Unión Europea, donde el lobby de la industria farmacéutica en Brusela es de los más extensos y más poderosos de los muchos lobbies que configuran la legislación europea. Y una situación idéntica aparece en España.

Vicenç Navarro

Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

martes, 28 de octubre de 2014

- EL CUENTO DE LA ABUELITA AGUIRRE.

El cuento de la abuelita.

Esperanza Aguirre, chiste de Manel Fontdevila

El chiste de Manel Fontdevila es de 2009 pero sigue en plena vigencia.

Érase una pobre abuelita sexagenaria que presidía un partido madrileño incompatible con la corrupción. A pesar de su alegría y su bondad, la abuelita tropezaba una y otra vez con malvados políticos que se aprovechaban de ella y abusaban de su confianza para robar. Bajo las faldas de esta sexagenaria de voz temblorosa, creció un consejero de Deportes llamado Alberto López Viejo, que se llevó 5,5 millones de euros en mordidas de la Gürtel. Y unos consejeros de Sanidad llamados Juan José Güemes y Manuel Lamela, imputados por cohecho y prevaricación. Y un presidente de la patronal como Gerardo Díaz Ferrán, hoy preso en Soto del Real. Y un montón de alcaldes, concejales y diputados autonómicos que hicieron de la Comunidad de Madrid un lodazal que la pobre abuelita se afanaba por limpiar.

La abuelita se llama Esperanza Aguirre y ayer volvió a tomar el pelo a los ciudadanos con otro cuento increíble de tragar. A la pobre sexagenaria la han vuelto a engañar, una vez más. Ha descubierto, "alucinando en colores", que lo que medio Madrid ya sabía sobre Francisco Granados era verdad: que su fiel lugarteniente era un político corrupto, un chorizo, un ladrón que al parecer se forró cobrando comisiones del 3% aquí y allá.

"Si hubiera tenido la sospecha más mínima, habría actuado con prontitud", dice ahora Esperanza Aguirre. No puede ser más cínica. Descartado que Aguirre sea estúpida, sólo queda pensar que no se quiso enterar. Francisco Granados es el mismo político al que le quemaron un coche en su garaje que estaba a nombre de un constructor de su pueblo pero conducía su mujer. En lugar de sospechar, Aguirre llegó a decir que era "un atentado político".

Granados es también el político que se construía a su medida una enorme mansión del tamaño de un centro de salud y que no parecía tener intención de pagar. Y es también el mismo político siniestro que escogió a varios de los espías de la Gestapillo, esa agencia de mortadelos pagada por la Comunidad de Madrid y que en parte estaba formada por guardias civiles de Valdemoro, el pueblo del que Granados fue alcalde.

El fétido olor de la corrupción hace años que impregnaba todo lo que Granados tocaba. Lo sabíamos varios periodistas, que publicamos muchas de estas historias. Lo sabía la oposición, que le señalaban como gran conseguidor. Lo reconocían en privado otros dirigentes del PP, que contaban que desde Génova le habían llamado la atención. Lo sabía medio Madrid, menos Esperanza Aguirre. Ella no.

Francisco Granados no sólo es el principal beneficiado de esta nueva trama de corrupción, sino también su presunto promotor. La operación Púnica, como la ha bautizado la Guardia Civil, saca su apelativo del nombre científico del granado: Punica granatum. Correa es a la Gürtel como Granados a la Púnica. Como ambas tramas corruptas, al Partido Popular de Madrid.

Aguirre dice ahora que "no va eludir su responsabilidad". ¿Y cuál es esa responsabilidad? "Pedir disculpas", nada más. La abuelita retirada de la política que aún preside el PP de Madrid dice sentir "una profunda vergüenza", pero no se plantea dimitir. También seguirá trabajando para una empresa de cazatalentos; es evidente su buen ojo a la hora de fichar.

Hay que recordarlo: Esperanza Aguirre llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid gracias al 'tamayazo'; fue el propio Francisco Granados quien presidió la comisión de investigación parlamentaria para "aclarar" ese caso de corrupción. Fue la candidata que pagó gran parte de su campaña electoral a la Gürtel, por medio de "donativos" de empresarios como Díaz Ferrán y Arturo Fernández a Fundescam.

Detrás de cada político corrupto hay dos tertulianos, decía una famosa pancarta del 15M. Pronto veremos a algunos periodistas justificar el buen hacer de Esperanza, su mano dura contra la corrupción, su valentía al dar la cara y hablar a los ciudadanos para pedir perdón. Dentro de unos días, lo mismo Aguirre nos cuente que fue ella quien descubrió la trama Púnica, como antes hizo con la Gürtel. El cuento de la abuelita crecerá, ya lo verán. Y habrá quien se lo quiera traga.

Ignacio Escolar.

lunes, 13 de octubre de 2014

- RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN 2ª ANDALUZA JORNADA 7ª.

RESUL

CLAS

- CRÓNICA DEL C.D. BONARES BONAFRU – NERVA C.F.

Los goles de Bola y Julito premian el juego del Bonares.

zoom

El Bonares se asienta en la parte alta de la clasificación tras vencer con justicia al Nerva por 2-1. El conjunto condal jugó un buen encuentro y gozó de numerosas ocasiones de gol, pero sus acercamientos al área contraria no culminaron en la mayoría de las ocasiones por errores en el último pase o se perdieron con disparos que no encontraron portería.
El partido comenzó nivelado pero a partir del minuto 10 el cuadro local empezó a dominar, disponiendo de oportunidades que no cristalizaban; la mejor de la primera mitad llegó casi al borde del descanso con un mano a mano de Mele con el portero que se resolvió a favor de Camacho.
El Nerva apostó por un juego directo, casi sin pasar por el centro del campo, con balones en largo buscando la prolongación de su delantero a sus rápidos extremos, pero los dos centrales del Bonares Juanjo y Sebas cuajaron un partido perfecto, anticipándose en la mayoría de las acciones y haciendo que el meta Manu no tuviera mucho trabajo.
En la segunda mitad cambió la decoración. Al poco de comenzar el meta visitante Camacho sale a despejar un balón que se queda en el medio campo y Bola, viendo al portero adelantado, lanza un potente chut que inaugura el marcador (1-0). Un golazo.
Poco le duró la alegría a los locales, puesto que dos minutos después, un delantero del Nerava dispara, rechaza Manu y David Cuadrado sólo tiene que empujar el balón para restablecer las tablas (1-1). El tanto dejó tocado al Bonares; el partido se igualó, aunque sin ocasiones claras para ninguno de los dos; con el paso de los minutos el conjunto condal se rehizo, volvió a tomar el mando del encuentro y tuvo su premio con una falta directa muy escorada que Julito convierte en el 2-1.
A partir de ahí el Nerva apostó por colgar balones al área local en busca del empate, lo que permitió al Bonares disponer de varios contragolpes claros, pero ni unos ni otros acertaron con la portería contraria, acabando con ese 2-1 que deja los tres puntos en casa.

Bonares: Manu, Dani Gómez, Juanjo, Sebas, Julio José, Mati, Pedrito, Julito (Alfonso Carrasco), Jesús Regidor (Juan Antonio), Bola (Ángel Jiménez) y Mele (Alfonso).

Nerva: Francisco Javier Camacho, Javier Pinilla, Sergio García, Cristian Morales (David Cuadrado), Manuel Lancha, Antonio Manuel Galindo, Moisés Correa (Cristopher Lozano), Jonathan Losada, David Martín (Rubén Cabrera), Alejandro González y Alejandro Pérez.

Árbitro: Toscano Campomanes. Mostró tarjeta amarilla a los locales Mati, Mele, Pedrito, Bola y Alfonso; y a los visitantes David Martín, Antonio Galindo, Sergio García y Javier Pinilla.

Goles: 1-0/Minuto 47. Bola. 1-1/m. 49. David Cuadrado. 2-1/m. 61. Julito.

Incidencias: Más de 200 personas en el complejo deportivo municipal. Llovió con intensidad durante los cinco últimos minutos de la primera parte.